Pamela Anderson, la icónica actriz y activista, ha dado un giro significativo a su vida al mudarse de Estados Unidos. Tras vender su hogar en Malibú por 11,8 millones de dólares en noviembre de 2021, después de más de dos décadas viviendo en California, la estrella ha regresado a sus raíces canadienses. Actualmente reside en la pintoresca Isla de Vancouver, en Columbia Británica, un lugar que describe como su santuario personal.
## El Regreso a las Raíces y un Nuevo Comienzo
La decisión de Pamela Anderson de dejar atrás Hollywood y buscar un cambio de aires responde a un deseo profundo de reconectar con sus orígenes y encontrar un estilo de vida más sereno. La isla de Vancouver, conocida por su clima templado, su naturaleza exuberante y su ritmo de vida pausado, parece haberle ofrecido el refugio perfecto. Anderson ha compartido imágenes de su centenaria propiedad, llamada Arcady, que significa «lugar tranquilo y rústico», destacando la magia de su entorno boscoso y la serenidad que emana.
La actriz, quien nació y creció en Ladysmith, Columbia Británica, ha encontrado en este regreso un espacio para la reflexión y la sanación. Relata que, tras un período de sentirse incomprendida y abrumada por la imagen pública que proyectaba, decidió «volver a casa y desaparecer». La jardinería se ha convertido en una metáfora de su propia reconstrucción personal, plantando semillas y viendo florecer no solo su jardín, sino también su propia vida.
## Una Transformación Personal y Profesional
Antes de establecerse en Canadá, Pamela Anderson vivió un tiempo en Francia durante la pandemia de COVID-19. Esta experiencia, junto con la compra y renovación de su actual propiedad, ha marcado un punto de inflexión en su vida. Anderson confiesa que llegó a sentirse triste y sola, e incluso llegó a pensar que su vida estaba llena de errores. Sin embargo, el regreso a sus raíces y la dedicación a la jardinería le han brindado una nueva perspectiva, permitiéndole distanciarse de la imagen que la había definido durante décadas.
Su transformación es palpable, y ahora se siente más estable en su rancho sostenible en la Isla de Vancouver, con espacio para dedicarse a su amor por los animales y disfrutar de la cercanía al mar. Este nuevo capítulo en la vida de Pamela Anderson es un testimonio de resiliencia y autodescubrimiento, demostrando que nunca es tarde para buscar la paz y redefinir el propio camino.














