La familia del líder opositor denuncia que se le impidió comunicarse con el exterior como represalia por una carta en la que denunció abusos sistemáticos en prisión.
Las autoridades penitenciarias cubanas han negado al líder opositor José Daniel Ferrer, preso en la cárcel de Mar Verde en Santiago de Cuba, su derecho a realizar una breve llamada telefónica. Según denunció su hermana, Ana Belkis Ferrer García, a través de Facebook, esta medida es una represalia directa por la difusión de una carta escrita por el disidente el pasado viernes, en la que denunció los abusos sistemáticos que sufre y reafirmó su compromiso con la lucha por la libertad de Cuba.
Esta sanción se suma a la suspensión de la visita conyugal que tenía programada para el lunes, creando un patrón de castigos destinado a aislarle y presionarle. La familia denuncia que dentro del penal se mantiene un clima constante de «amenazas, acoso, provocaciones y robos» contra Ferrer, de 54 años, quien permanece bajo estrictas medidas de control y aislamiento.
La situación se ha extendido también a su entorno familiar. Su esposa, Nelva Ismarays Ortega, fue detenida y amenazada el lunes después de protestar por la cancelación de la visita conyugal. Fue trasladada a un centro de operaciones policiales donde se le advirtió que cualquier nueva publicación en redes sociales podría «agravar» la situación legal tanto de Ferrer como de ella misma. La hermana del opositor responsabilizó directamente a Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y a toda la cúpula del régimen por la integridad física y psicológica de Ferrer, exigiendo su liberación inmediata y la de todos los presos políticos.














