El gobierno saudí solicita una evaluación de daños para determinar el tipo de asistencia, en medio del escepticismo popular sobre la distribución de la ayuda internacional.
En el marco de la visita oficial del Primer Ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, a Arabia Saudita, las autoridades de ese país anunciaron su intención de brindar apoyo humanitario a Cuba para paliar los estragos del huracán Melissa. Marrero se reunió con Abdullah bin Abdulaziz Al Rabeeah, supervisor general del Centro Rey Salman de Ayuda Humanitaria y Socorro, quien ratificó la disposición del Príncipe Heredero saudí de ayudar al pueblo cubano.



Como primer paso, el gobierno saudita solicitó una evaluación preliminar de los daños, enfocándose en sectores críticos como viviendas afectadas, pérdidas agrícolas, deterioro de viales, el sistema eléctrico y los servicios básicos. Esta información será analizada para determinar el monto y la naturaleza de la ayuda. Sin embargo, el anuncio ha sido recibido con escepticismo por la ciudadanía cubana. La experiencia histórica con donaciones internacionales ha generado una profunda desconfianza respecto a la gestión y distribución por parte del gobierno cubano. La principal interrogante que flota en el ambiente es si esta ayuda llegará efectivamente a las manos de las miles de familias damnificadas que, en el oriente del país, continúan reportando abandono estatal y una precariedad extrema.













