La decisión de liberar bajo fianza a Secarlos Brown Jr., de 34 años, ha provocado conmoción e indignación en Charlotte, Carolina del Norte, luego de que el hombre fuera arrestado por el asesinato de Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana de 23 años, el pasado 22 de agosto.
Brown, con un historial que incluye al menos 14 arrestos desde 2007 por agresión, amenazas y posesión ilegal de armas, había sido liberado meses atrás sin necesidad de pagar fianza, tras firmar una promesa de comparecer ante el tribunal. La joven, quien llegó a Estados Unidos en 2022 tras huir de la invasión rusa en Ucrania y trabajaba en una pizzería local, fue apuñalada en un tren de la ciudad en un ataque captado por cámaras de seguridad.
El caso también ha trascendido al ámbito nacional. El presidente Donald Trump mencionó el crimen durante un acto en Washington, señalándolo como un ejemplo de la urgencia de enfrentar con firmeza a “gente malvada”.
La comunidad de Charlotte, autoridades locales y legisladores coinciden en que este caso evidencia la necesidad de revisar los criterios de liberación bajo fianza, especialmente cuando se trata de individuos con historial criminal extenso y problemas psiquiátricos. Mientras tanto, Brown enfrenta cargos por asesinato en primer grado, y su liberación previa continúa siendo objeto de debate público y político.














