Por primera vez, dos países de la región apoyaron la postura de EE.UU. en la votación anual contra el embargo, mientras Ecuador y Costa Rica se abstuvieron, marcando un giro histórico en la diplomacia regional.
La tradicional unanimidad latinoamericana en apoyo a la resolución cubana contra el embargo en la ONU se quebró de manera histórica. En la votación de este año, Argentina y Paraguay emitieron su voto en contra de la resolución, mientras que Ecuador y Costa Rica se abstuvieron, rompiendo el consenso regional que durante décadas sirvió de respaldo diplomático a La Habana.
Este giro refleja un cambio en el clima político de la región, con gobiernos que priorizan la defensa de principios democráticos y los intereses nacionales sobre la lealtad ideológica. El gobierno de Javier Milei en Argentina justificó su voto como una posición coherente con su alineamiento con las democracias liberales y su defensa de los derechos humanos. El resultado global de la votación —165 a favor, 7 en contra y 12 abstenciones— representa el menor respaldo internacional para Cuba en más de una década, señalando un creciente aislamiento diplomático para el régimen.















