Comunidades enteras enfrentan la destrucción de sus viviendas y la pérdida de sus pertenencias, con imágenes que muestran techos arrancados, escombros y un paisaje de completa desolación.
El oriente de Cuba amaneció con escenas de devastación tras el paso del huracán Melissa, siendo Cayo Granma y la localidad de Baire, en la provincia de Santiago de Cuba, de los lugares más golpeados. En el pequeño islote de Cayo Granma, las imágenes compartidas por residentes en redes sociales muestran viviendas reducidas a escombros, techos enteros desplazados y embarcaciones pesqueras volcadas, pintando un cuadro de destrucción total.


Situación similar se vive en Baire, donde fotos y videos difundidos por periodistas locales revelan calles bloqueadas por árboles caídos y postes eléctricos derribados, viviendas colapsadas y comunidades enteras incomunicadas y sin energía eléctrica. Aunque las autoridades no reportan pérdidas de vidas humanas en estas localidades, los daños materiales son cuantiosos y la angustia entre los habitantes es palpable, quienes intentan recuperar lo poco que quedó en pie entre los escombros.

















