El huracán, ahora de categoría 5 con vientos de 280 km/h, genera marejadas de hasta cuatro metros en las costas orientales y se espera que toque tierra entre la tarde y noche del martes.
El huracán Melissa, convertido en un colosal ciclón de categoría 5, ha comenzado a desplazarse hacia el noroeste, desatando ya sus primeros efectos sobre el oriente de Cuba. Según el Aviso de Ciclón Tropical No. 16 del Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET), el sistema genera fuertes marejadas con olas de entre 2.5 y 4 metros de altura que están impactando el litoral sur de las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, provocando inundaciones costeras.
El huracán presenta vientos máximos sostenidos de 280 kilómetros por hora, con rachas aún superiores, y una presión central que ha descendido a 906 hectopascales, lo que confirma su extrema peligrosidad. A las seis de la tarde de este lunes, el ojo de Melissa fue localizado a aproximadamente 350 kilómetros al sur-suroeste de Cabo Cruz, Granma, y a 460 kilómetros al suroeste de Santiago de Cuba.
El sistema se mueve lentamente, a solo 6 kilómetros por hora, pero se pronostica que en las próximas 24 horas inclinará su trayectoria hacia el norte y luego al nordeste, acelerando su avance. Se espera que el centro del huracán se acerque de manera peligrosa a la costa sur de la región oriental de Cuba entre la tarde y la noche del martes. Además de las marejadas, las bandas externas del ciclón ya incrementan la nubosidad y las lluvias en el oriente, con precipitaciones fuertes e intensas en zonas montañosas.
El meteorólogo José Rubiera alertó que Melissa es un «gigantesco, monstruoso huracán» que, tras cruzar Jamaica, podría ser capturado por una vaguada y acelerar hacia Cuba aún como un ciclón de gran intensidad, posiblemente de categoría 4 o 3. «Es peligrosísimo», subrayó.















