Holguín, Granma y Santiago de Cuba Monitorean sus Presas, que Mantienen Capacidad para Absorber Volúmenes Adicionales, Mientras se Evacuan Comunidades Aguas Abajo
Las provincias orientales de Cuba han extremado la vigilancia sobre sus sistemas de embalses ante la inminente llegada del huracán Melissa. En Holguín, los embalses se encuentran al 67% de su capacidad, con la presa Jagüeyes realizando vertimientos controlados. En Granma, sus 11 embalses reportan un llenado promedio del 60%, con especial atención a las presas Cauto del Paso, Paso Malo, Cilantro, Guisa y Corojo. Las autoridades hidráulicas granmenses calculan que el sistema puede asimilar hasta 940 millones de metros cúbicos adicionales antes de llegar a su tope, lo que podría, paradójicamente, mitigar los efectos de la prolongada sequía en la región. Sin embargo, el riesgo persiste.
En Santiago de Cuba, la alerta se centra en los embalses Carlos Manuel de Céspedes y Protesta de Baraguá, considerados puntos críticos. Como medida preventiva, se ordenó la evacuación obligatoria de todas las personas que residen aguas abajo de estas represas, priorizando a niños, embarazadas y pacientes crónicos, con un plazo que venció este domingo por la mañana. Este operativo busca garantizar que, a pesar del volumen de lluvias extremas pronosticado, se minimicen los riesgos de inundaciones catastróficas para las comunidades más vulnerables.















