En lugar de refutar con datos, el portal oficialista Cubadebate lanzó una campaña de difamación contra Nora Gámez Torres, confirmando tácitamente la relevancia de su investigación sobre el conglomerado militar.
En una respuesta que ha sido calificada como evasiva y agresiva, el régimen cubano desató una campaña de descrédito contra la periodista Nora Gámez Torres, del Miami Herald, luego de que esta revelara una investigación sobre los 18,000 millones de dólares en activos controlados por GAESA, el conglomerado empresarial de las Fuerzas Armadas. El ataque, publicado en el portal oficialista Cubadebate, evitó discutir los hallazgos y se centró en descalificar a la reportera mediante insinuaciones y ofensas personales.
Bajo el título “¿Periodistas o agentes descubiertos? La cara ‘culta’ de la CIA”, el autor Juan Fernández López dedicó más de mil palabras a cuestionar la integridad profesional y personal de Gámez Torres. El texto la acusó sin pruebas de ser una “empleada de la agencia y de la mafia”, insinuó que sus estudios académicos —que incluyen un doctorado en Sociología— fueron “becas de reclutamiento” de inteligencia estadounidense, y tachó sus reconocimientos internacionales, como la Medalla de Oro del Premio María Moors Cabot, como “recompensas por servilismo”.
Lo más significativo, sin embargo, fue el silencio absoluto del artículo sobre GAESA y los documentos financieros filtrados. La investigación de Gámez Torres, publicada en agosto, expuso que el conglomerado militar controla las principales fuentes de divisas del país —turismo, exportación de servicios médicos, comercio en MLC y logística portuaria—, acumula activos líquidos equivalentes a casi una quinta parte del PIB de Cuba, y opera bajo un esquema opaco, exento del pago de impuestos en moneda dura y sin rendir cuentas públicas.
La negativa del régimen a abordar estos datos y su preferencia por la difamación han sido interpretadas como un reconocimiento tácito de la veracidad de las revelaciones. Activistas y economistas independientes señalan que GAESA representa el núcleo del poder económico en la isla, un tema considerado tabú por la cúpula gobernante.
Nora Gámez Torres, egresada de la Universidad de La Habana y con una trayectoria que incluye participación en los Papeles de Panamá, ha sido vetada para entrar a Cuba. El ataque en su contra se enmarca en un patrón recurrente del gobierno para silenciar voces incómodas, utilizando retórica de la Guerra Fría para estigmatizar a periodistas y opositores.
Al optar por el insulto en lugar del argumento, el régimen no solo confirma el temor a la transparencia, sino que subraya la imposibilidad de un escrutinio público sobre las finanzas de sus élites militares, en un contexto donde la población enfrenta escasez, apagones y una profunda crisis económica.














