Habitantes del municipio holguinero exigen atención ante la falta de electricidad, agua potable y ayuda oficial, mientras el lodo y las pérdidas materiales ahondan su desesperación.
El municipio de Sagua de Tánamo, en Holguín, se encuentra sumido en el abandono tras las inundaciones provocadas por el huracán Melissa. Los pobladores denuncian que, desde antes del paso del meteoro, carecían de electricidad y agua potable, y que la situación ahora es crítica: viviendas llenas de fango, muebles y enseres destruidos, y familias enteras desamparadas.
«Ni agua, ni corriente, ni carbón, ni comida», resumen los afectados, contradiciendo la narrativa oficial que asegura que «no abandonan a nadie». La falta de una respuesta estatal efectiva ha generado malestar y protestas en la localidad, donde los residentes exigen soluciones inmediatas para paliar una crisis humanitaria que se agrava con el paso de las horas.













