La comunidad de Guantánamo se une en un angustioso llamado para localizar a Alicia María Montes de Oca Pérez, una joven con problemas de salud mental que ha desaparecido de su hogar desde el pasado jueves 21 de agosto. Su caso no es aislado, sino un reflejo de una creciente crisis humanitaria en Cuba, donde la escasez de medicamentos psiquiátricos y la ausencia de protocolos oficiales de búsqueda eficaz dejan a las familias en una desesperación insostenible, dependiendo casi exclusivamente de la solidaridad ciudadana y la difusión en redes sociales.
La Desaparición de Alicia María: Un Grito de Auxilio desde Guantánamo
La última vez que se vio a Alicia María Montes de Oca Pérez fue alrededor de las 10:00 am del jueves 21 de agosto. La noticia de su desaparición fue difundida inicialmente en redes sociales por su cuñada, Yailén Columbié, a través de la popular página de Facebook “Miguel Noticias”. En su mensaje, Columbié no solo solicitó la colaboración de los internautas, sino que también destacó la extrema vulnerabilidad de Alicia debido a su condición médica.
La familia ha expresado una profunda preocupación, señalando que el comportamiento de Alicia se había tornado agresivo en los días previos a su desaparición, un detalle que intensifica la urgencia de su localización. “Estamos desesperados, ella tiene problemas mentales y últimamente estaba agresiva, necesitamos que nos ayude”, escribió Yailén, proporcionando un número de contacto para cualquier información: 53399869.
El padre de la joven, Carlos Montes de Oca Reyes, también se sumó al clamor público, apelando a la humanidad de quienes pudieran tener alguna pista: “Esta niña es mi hija, por favor, el que la vea que avise urgente. Estamos desesperados, esta niña tiene una verdadera familia que la adora”. Este tipo de súplicas se ha vuelto lamentablemente común en Cuba, donde la infraestructura de búsqueda y rescate para personas desaparecidas es percibida como deficiente por gran parte de la población.

La Crisis Silenciosa: Salud Mental y Escasez de Medicamentos en Cuba
El caso de Alicia María saca a la luz una problemática más profunda y sistémica que afecta a la sociedad cubana: la severa crisis en la atención de la salud mental. La escasez crónica de medicamentos psiquiátricos, agravada por las complejas dinámicas económicas y políticas de la isla, tiene consecuencias devastadoras para miles de pacientes y sus familias. Como señalaron varios internautas en los comentarios de la publicación, la falta de tratamientos farmacológicos adecuados convierte las “crisis” en episodios más frecuentes e intensos, haciendo que personas como Alicia sean aún más vulnerables.
La interrupción del suministro de fármacos esenciales como antipsicóticos, antidepresivos o estabilizadores del ánimo, obliga a las familias a buscar soluciones improvisadas y, a menudo, ineficaces. Una internauta lamentó la situación con un comentario que resonó en muchos: “La falta de medicamentos está golpeando mucho a esta población, las crisis son más frecuentes y con infusiones de té no se resuelve”. Este testimonio subraya la desesperación de quienes enfrentan una enfermedad mental sin el soporte médico necesario, dejando al descubierto la fragilidad de un sistema de salud que, en teoría, debería ser universal y gratuito. Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre Cuba, si bien el país ha avanzado en atención primaria, los desafíos en el acceso a medicamentos especializados persisten, especialmente en situaciones de crisis económica.
Impacto en la Calidad de Vida y la Seguridad
La falta de control farmacológico no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también incrementa los riesgos de desorientación, episodios de agresividad, y en casos extremos como el de Alicia, la desaparición. Las familias se ven obligadas a una vigilancia constante, una carga emocional y física que pocos pueden sostener a largo plazo. Esta situación transforma lo que debería ser un problema de salud pública en una tragedia familiar privada, con graves implicaciones para la seguridad y el bienestar de los afectados.

Redes Sociales: El Último Recurso ante la Ausencia de Protocolos Oficiales
La desesperación de la familia de Alicia María y de muchos otros en situaciones similares, resalta una grave deficiencia en la respuesta institucional cubana: la ausencia de un sistema oficial de alerta y búsqueda rápida para personas desaparecidas. A diferencia de muchos países que cuentan con sistemas como la «Alerta Amber» o protocolos de búsqueda coordinados, en Cuba las familias se ven forzadas a recurrir a sus propias redes de contacto y a la visibilidad que ofrecen las plataformas digitales.
Páginas de Facebook, grupos de WhatsApp y otras redes sociales se han convertido, de facto, en los principales mecanismos para difundir información, fotos y datos de personas extraviadas. Si bien estas herramientas han demostrado ser poderosas para movilizar la solidaridad ciudadana y generar pistas, también presentan desventajas significativas:
- Fragmentación de la Información: Las publicaciones suelen estar dispersas, dificultando una búsqueda centralizada y coordinada.
- Lentitud en la Respuesta: Aunque las redes son rápidas, no reemplazan la acción inmediata y organizada de cuerpos especializados.
- Carga Emocional: La responsabilidad recae enteramente en las familias, que además de la angustia de la desaparición, deben gestionar la difusión y el seguimiento de las pistas.
- Desinformación: La falta de un canal oficial puede propiciar la difusión de rumores o datos imprecisos.
Activistas y organizaciones de derechos humanos en Cuba han documentado repetidamente esta carencia, urgiendo al gobierno a implementar protocolos transparentes y eficientes que puedan actuar con la rapidez que estas situaciones demandan, donde cada hora perdida puede ser crucial para el desenlace.
Un Patrón Alarmante: Desapariciones Múltiples en el Oriente Cubano
El caso de Alicia María Montes de Oca no es un incidente aislado en Guantánamo, sino parte de un patrón preocupante de desapariciones en la provincia y, de hecho, en toda Cuba. Esta misma semana, la comunidad guantanamera también se movilizó para buscar a Over Luis, un joven que desapareció el lunes 18 de agosto al mediodía. Su hermana relató en redes sociales que Over vestía “un mono camuflaje, un pulóver rojo y zapatos blancos” y había manifestado su intención de viajar a Baracoa, aunque no se tuvo noticias de él en esa localidad.
La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) fue notificada de la desaparición de Over Luis, y su familia difundió números de contacto (54067416 y el número estadounidense +1 (813) 244-5943) con la esperanza de recibir alguna información. Estos casos, aunque distintos en sus circunstancias individuales, convergen en la misma desesperación familiar y la misma dependencia de los canales informales para su difusión.

Un Fenómeno Nacional con Consecuencias Humanas
Estos casos no solo evidencian una crisis local en Guantánamo, sino un fenómeno más amplio a nivel nacional. La plataforma independiente Alas Tensas, por ejemplo, ha documentado cientos de desapariciones en Cuba en los últimos años, destacando la falta de información oficial y la opacidad en las investigaciones. La recurrente necesidad de las familias de recurrir a las redes sociales se ha convertido en un termómetro de la desconfianza y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes. La situación es aún más crítica para aquellos con enfermedades mentales, ya que su vulnerabilidad es exponencialmente mayor sin el apoyo de una infraestructura estatal robusta y confiable.
El Impacto Psicosocial y la Urgencia de Respuestas Estatales
El impacto de la desaparición de un ser querido, especialmente en circunstancias de vulnerabilidad como las de Alicia María, trasciende la angustia inmediata de la búsqueda. Genera un trauma profundo en las familias, que viven en una zozobra constante, enfrentando la incertidumbre, la impotencia y, en muchos casos, la revictimización por la falta de apoyo oficial. La solidaridad ciudadana es un bálsamo, pero no puede sustituir la obligación del Estado de garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, especialmente de los más frágiles.
La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han reiterado la importancia de que Cuba establezca un sistema claro y eficiente para la gestión de personas desaparecidas, incluyendo un protocolo de búsqueda rápida y la creación de un registro público. Esto no solo brindaría una esperanza real a las familias, sino que también representaría un avance en la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno.
Basado en la experiencia de periodistas con más de una década cubriendo la realidad social y humanitaria en Cuba, la actual situación es insostenible. El papel de la Policía cubana en estos casos a menudo se percibe como reactivo más que proactivo, lo que alarga la agonía de las familias. La implementación de una «Alerta Amber» adaptada al contexto cubano, junto con la reactivación de programas de salud mental y el aseguramiento del acceso a medicamentos, no son meras peticiones, sino urgencias humanitarias inaplazables.
Conclusión: Un Llamado a la Humanidad y a la Acción
La historia de Alicia María Montes de Oca Pérez y Over Luis, ambos desaparecidos en Guantánamo, no son solo noticias; son dramas humanos que claman por atención y soluciones. La vulnerabilidad de quienes padecen enfermedades mentales, la falta de medicamentos esenciales y la ausencia de un sistema estatal de búsqueda eficaz forman un cóctel peligroso que expone a miles de cubanos a riesgos innecesarios. Es imperativo que las autoridades cubanas tomen medidas concretas y transparentes para establecer protocolos de búsqueda y rescate, y para abordar la crisis de salud mental que aflige a la nación.
La solidaridad en redes sociales demuestra la profunda humanidad del pueblo cubano, pero no puede ser el único baluarte contra la desesperación. Es momento de que el gobierno asuma su responsabilidad, garantizando la seguridad y el bienestar de cada ciudadano, especialmente de aquellos que, como Alicia María, más necesitan protección y cuidado. La esperanza de estas familias y la integridad de la sociedad cubana dependen de ello.
Preguntas Frecuentes sobre Desapariciones en Cuba
¿Cuál es el caso de desaparición de Alicia María Montes de Oca Pérez en Guantánamo?
Alicia María Montes de Oca Pérez desapareció el 21 de agosto en Guantánamo. La joven padece problemas de salud mental, lo que ha incrementado la preocupación de su familia. Fue vista por última vez alrededor de las 10:00 am y, debido a su condición, su comportamiento se había tornado agresivo en días recientes. La familia ha solicitado ayuda ciudadana para localizarla y pueden ser contactados al número 53399869.
¿Qué problemas enfrenta Cuba en relación con las desapariciones?
Cuba carece de un sistema oficial de alerta y búsqueda rápida para personas desaparecidas. Las familias a menudo deben recurrir a las redes sociales para difundir información sobre sus seres queridos desaparecidos. La escasez de medicamentos psiquiátricos también agrava la situación de las personas vulnerables, aumentando el riesgo de extravío en aquellos con enfermedades mentales.
¿Cómo están respondiendo las autoridades cubanas ante los casos de desaparición?
Las autoridades cubanas han sido criticadas por su inacción y falta de protocolos efectivos ante las desapariciones. Las familias de las personas desaparecidas a menudo se quejan de la falta de respuesta rápida y eficaz, lo que los obliga a depender de la solidaridad ciudadana y las redes sociales para buscar a sus seres queridos. Se exige una mayor transparencia y la implementación de sistemas de alerta nacional.
¿Qué otras desapariciones recientes han ocurrido en Guantánamo?
Over Luis es otro joven desaparecido en Guantánamo, visto por última vez el 18 de agosto. Su caso también ha sido difundido en redes sociales, y su familia ha proporcionado números de contacto para recibir información. Las desapariciones en la región reflejan un patrón preocupante, con varios casos reportados en las últimas semanas y una creciente dependencia de la movilización ciudadana.