El acuerdo inicial, firmado en Egipto, allana el camino para un alto al fuego, la liberación de todos los rehenes vivos y de cientos de prisioneros palestinos.
Israel y el grupo Hamás firmaron este jueves la primera fase de un plan de paz que podría poner fin a la guerra en Gaza, tras un anuncio previo del presidente estadounidense Donald Trump. El acuerdo, firmado en Sharm el Sheij, Egipto, y sujeto a la aprobación final del gabinete israelí, establece un alto al fuego que comenzaría en un plazo de 24 horas, seguido de un repliegue militar israelí a una nueva línea de defensa que dejaría bajo su control alrededor del 53% de la Franja de Gaza.

La parte humanitaria más inmediata del pacto incluye la liberación, en un plazo de 72 horas, de los 20 rehenes israelíes que aún se encuentran con vida, a cambio de la excarcelación de unos 2,000 prisioneros palestinos, según confirmaron fuentes palestinas a la BBC. Además, Israel permitiría la entrada de 400 camiones de ayuda humanitaria diarios a Gaza.

Trump celebró el hecho en Truth Social como «un gran día» y un «acontecimiento histórico», agradeciendo a los mediadores de Catar, Egipto y Turquía. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el jueves como «un gran día para Israel», enfatizando el retorno de los rehenes. Hamás, en un comunicado, pidió que se obligue a Israel a cumplir íntegramente lo acordado y celebró que el pacto «pondrá fin a la guerra». Sin embargo, analistas advierten que se trata de un alto al fuego, no de un acuerdo de paz duradero, y que los temas más espinosos, como el desarme de Hamás y el estatus político final de Gaza, quedan pendientes.














