El presidente Donald Trump ordenó este viernes el despliegue de dos submarinos nucleares cerca de Rusia, una contundente medida de disuasión en respuesta directa a las recientes y «provocadoras» declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev. Esta acción marca una peligrosa escalada en la tensión entre Washington y Moscú, llevando el pulso por la guerra de Ucrania a un nuevo nivel de confrontación estratégica.
El análisis de esta decisión revela una clara estrategia de la Casa Blanca: responder a la retórica incendiaria con una demostración de fuerza militar inequívoca. Sin embargo, este movimiento, aunque busca disuadir, eleva el riesgo de un error de cálculo con consecuencias imprevisibles.

Una «Guerra de Palabras» que Desata una Respuesta Militar
La orden de Trump fue una reacción directa a las críticas de Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del Kremlin, quien advirtió a EE.UU. sobre los peligros de imponer un ultimátum a Rusia para detener la guerra en Ucrania. La respuesta del presidente estadounidense fue tajante y pública.
«Ante las provocadoras declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev […] he ordenado el despliegue de dos submarinos nucleares en las regiones correspondientes, por si acaso estas declaraciones insensatas e incendiarias fueran más que palabras», escribió Trump en su red Truth Social.
Medvédev había acusado a Trump de «jugar al juego de los ultimátum» y advirtió que cada nuevo plazo era «un paso hacia la guerra» no con Ucrania, sino con Estados Unidos, un desafío directo que la administración Trump ha decidido no ignorar.
Trump is playing the ultimatum game with Russia: 50 days or 10…
— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) July 30, 2025
He should remember that Russia is neither Israel nor Iran. Each new ultimatum is a threat and a step towards war. Not between Russia and Ukraine, but with his own country.
El Ultimátum a Putin y la Frustración en Washington
Este despliegue de submarinos nucleares cerca de Rusia no ocurre en el vacío. Fuentes de la administración indican que la paciencia de Trump con Vladímir Putin se está agotando. El plazo para que Moscú acepte una tregua inmediata en Ucrania se habría reducido a solo 10 días, bajo la amenaza de consecuencias no especificadas. El movimiento militar busca añadir credibilidad y peso a esa advertencia.
En paralelo, Trump ha utilizado sus redes para exponer el alto costo humano del conflicto, probablemente como una forma de presionar tanto al Kremlin como a la opinión pública. Según sus cifras, el conflicto ha dejado un saldo devastador en 2025:
- Bajas rusas: Más de 112,000 en lo que va del año (casi 20,000 solo en julio).
- Bajas ucranianas: Alrededor de 8,000 desde enero.
«¡Muchas muertes innecesarias! Esta es una guerra que nunca debió haber ocurrido», sentenció Trump, culpando a su predecesor, Joe Biden, por la situación y posicionándose como el único capaz de detenerla.
Riesgo de Escalada: Un Mensaje sin Destino Claro
La principal preocupación entre los analistas es la ambigüedad del despliegue. El mensaje de Trump no especifica las «regiones correspondientes» donde se han posicionado los submarinos. Esta falta de claridad, si bien mantiene a Moscú en alerta, también aumenta el riesgo de una mala interpretación que podría desencadenar una respuesta desproporcionada.
La presencia de armamento estratégico estadounidense en el perímetro de influencia ruso es un mensaje de disuasión de alto nivel. Sin embargo, en el actual clima de desconfianza y con la diplomacia estancada, cada movimiento militar de esta magnitud es una pieza más en un tablero donde un solo error podría llevar a una confrontación directa.