Sandro Castro, nieto del fallecido dictador cubano Fidel Castro, volvió a generar polémica y atención mediática con una serie de mensajes que combinan humor, ironía y referencias a la crisis actual en Cuba.
través de sus redes sociales, el joven empresario y figura pública se expresó con un estilo que algunos califican de “incoherente” pero cargado de crítica social velada.
En su última publicación, Sandro mezcló metáforas, juegos de palabras y referencias culturales, mencionando un “diario de un vampiro” y comparando la escasez de productos básicos, mostrando la libreta de abastecimiento, como el agua y la pasta dental, con elementos absurdos, como un “pepino”.
También hizo alusiones a personas como Ferrante, señalando un Chevrolet en desuso, «que ya tiene más edad que Ferrante el de «planeta recordatorio», que ya es un dinosaurio”, en un tono que mezcla sarcasmo con humor negro.
La publicación ha generado reacciones encontradas entre los usuarios: para algunos, Sandro Castro se muestra como un vividor que juega con su fama; para otros, es un crítico de la situación del país, aunque que el dice que no le interesa la política, utilizando el absurdo y la ironía para denunciar la escasez y las dificultades que enfrenta la población cubana.
Su estilo directo y provocador recuerda a un monólogo improvisado, lleno de exclamaciones y comentarios mordaces sobre la vida cotidiana en la Isla.
El contenido también incluye referencias a personajes ficticios y situaciones exageradas, como “Barbatruco” y “las blancas tatuadas asesinas”, elementos que refuerzan el carácter humorístico y satírico de sus mensajes todo para referirse a la sexualidad.
Sandro parece consciente de la atención que generan sus palabras, utilizando su influencia mediática para mantener a su audiencia entretenida mientras toca temas delicados de la vida en Cuba.
Con cada publicación, Sandro Castro sigue consolidando su imagen como un personaje complejo: para unos un provocador, para otros un payaso loco y para algunos un crítico que utiliza la ironía y el absurdo para reflejar las contradicciones y carencias del país.
La combinación de humor, referencias culturales y crítica social continúa generando debates y captando la atención de los medios digitales, confirmando que sus mensajes nunca pasan desapercibidos.
