El ambicioso plan de recorte de gastos de Trump, que busca recuperar $9.4 mil millones de dólares, enfrenta una creciente y visible resistencia dentro de las propias filas republicanas en el Senado. Esta disidencia interna amenaza con debilitar significativamente una de las principales promesas de eficiencia gubernamental del presidente.
Aunque la propuesta, impulsada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), fue aplaudida por su objetivo de eliminar el despilfarro, las grietas en el apoyo del partido son cada vez más evidentes a medida que el proyecto de ley avanza.
¿Cuáles son los recortes que generan controversia?
El paquete, ya aprobado por la Cámara de Representantes, propone recortes drásticos en áreas sensibles. La mayor parte, $8.3 mil millones, se eliminaría de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). El resto, más de $1.1 mil millones, impactaría a la Corporación para la Difusión Pública (CPB), la entidad que financia a medios públicos como NPR y PBS.
Las principales preocupaciones se centran en la reducción de fondos para programas clave como el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (PEPFAR) y el apoyo a las emisoras públicas que sirven a comunidades rurales y nativas americanas.
Las voces republicanas disidentes en el Senado
Un grupo de senadores republicanos ha expresado públicamente su aprensión. La senadora Lisa Murkowski de Alaska fue directa: «No me gusta tal como está redactada actualmente. Soy una firme defensora de la Corporación para la Difusión Pública, y nuestros programas de salud son importantes».
De manera similar, la senadora Susan Collins de Maine ha manifestado inquietudes sobre los recortes al PEPFAR. Por su parte, el senador Mike Rounds de Dakota del Sur teme el impacto en las emisoras de radio rurales, cruciales para las poblaciones de nativos americanos en su estado.
La batalla legislativa que se avecina
El liderazgo republicano, encabezado por el líder de la mayoría John Thune, planea llevar el paquete al pleno la próxima semana, anticipando un intenso proceso de enmiendas. Si el proyecto se modifica, deberá regresar a la Cámara de Representantes antes de llegar al escritorio del presidente Trump, lo que complica su aprobación.
El senador Markwayne Mullin declaró a Fox News Digital que se están llevando a cabo negociaciones para resolver las diferencias antes de la votación. Sin embargo, otros legisladores, como el senador John Kennedy, han endurecido su postura, desafiando a sus colegas.
«Es la hora de la verdad para nuestros colegas republicanos. O creen en la reducción del gasto o no creen. O creen en el gasto porno o no creen, y he escuchado a mis colegas, sobre todo en los últimos 100 días, hablar de lo genial que era el DOGE. Pues bien, ahora es la oportunidad de demostrarlo».