Falta de transparencia en el uso de 5 mil millones de pesos y dependencia de camiones cisterna profundizan el desabastecimiento de agua en 11 provincias
Mientras el gobierno cubano anuncia la ejecución de más de 300 obras hidráulicas con una inversión de cinco mil millones de pesos, la crisis de agua potable continúa afectando a más de 400.000 personas en todo el país, especialmente en provincias como Holguín, Ciego de Ávila, Las Tunas y Camagüez. La falta de detalles sobre la distribución de los recursos y los plazos de ejecución de estas obras aumenta el escepticismo ciudadano respecto a la efectividad de las medidas oficiales.
Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hídricos (INRH), reconoció en una entrevista con Canal Caribe que, aunque las lluvias recientes han permitido una ligera recuperación de embalses como Gilbert (Santiago de Cuba) y La Yaya (Guantánamo), el impacto es insuficiente para revertir meses de sequía extrema. En La Habana, donde más de 184.000 personas dependen del abastecimiento mediante camiones cisterna, la situación es particularmente crítica.
Leonardo Soto Romero, delegado del INRH en la capital, explicó que actualmente operan con 11 tomas y 13 surtidores, pero esperan habilitar hasta 30 puntos de carga para mejorar el servicio. Sin embargo, este plan se ve obstaculizado por la crisis energética, ya que, como admitió la vice primera ministra Inés María Chapman, el suministro de agua requiere entre 4 y 24 horas de electricidad continua para llegar a todos los usuarios.
Medios oficiales atribuyen parte del problema a «actos ilegales» contra infraestructuras hídricas, aunque no han proporcionado evidencias concretas. Mientras, la población exige transparencia en el uso de los millones asignados y soluciones duraderas para un problema que, lejos de resolverse, se agrava con el paso de los meses.














