El gobierno cubano ha presentado como un logro la recaudación de más de 24.8 millones de dólares por parte de la empresa de telecomunicaciones ETECSA en solo 46 días, tras la implementación del polémico tarifazo de ETECSA. Sin embargo, un análisis más detallado de las cifras sugiere que la medida podría ser contraproducente para las arcas del estado.
El anuncio fue realizado por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, durante el Quinto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Marrero destacó que los ingresos promedian unos 540 mil dólares diarios, fondos que, según afirmó, se destinarán a mejorar la infraestructura del sector.

Análisis: ¿Menos Ingresos a un Mayor Costo Social?
A pesar del triunfalismo oficial, las matemáticas revelan una realidad preocupante para el régimen. Si se mantiene el ritmo de recaudación actual, la proyección anual se situaría en torno a los 190.4 millones de dólares. Esta cifra es notablemente inferior a los más de 200 millones que ETECSA ingresaba, según estimaciones, antes del aumento de precios.
Esta caída sugiere que el alza de precios ha provocado una disminución en el consumo, impactado además por la campaña de la diáspora cubana para dejar de enviar recargas y así no financiar al gobierno. Marrero admitió que la implementación de la medida generó «inconformidades» en la población, aunque aseguró que estas han sido «atendidas».
El Tarifazo en el Contexto de la Dolarización Parcial
El alza de tarifas no es una medida aislada, sino una pieza clave dentro de la estrategia gubernamental de dolarización parcial de la economía. Durante la misma sesión parlamentaria, se informó sobre los avances en esta política, diseñada para captar divisas ante la profunda crisis que vive el país.
Entre las acciones en curso se encuentran la aprobación de esquemas de autofinanciamiento en divisas para empresas, el uso de tarjetas prepago en dólares y el cobro en moneda extranjera a compañías foráneas. Estas políticas son normadas por resoluciones del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y del Banco Central de Cuba (BCC), cuyas disposiciones se publican en la Gaceta Oficial de la República.

Mientras el gobierno defiende el tarifazo de ETECSA como una fuente vital de ingresos, la ciudadanía sigue cuestionando unos precios desproporcionados con los salarios y la mala calidad del servicio. La medida, lejos de ser la solución esperada, parece haber profundizado el malestar social y, paradójicamente, podría estar mermando la capacidad de recaudación del propio monopolio estatal.