El huracán Erin, actualmente clasificado como categoría 2, mantiene en vilo a una extensa porción de la costa este de Estados Unidos. Las autoridades meteorológicas, a través del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), han emitido alertas debido al incremento del oleaje y la presencia de corrientes de resaca de alto riesgo, advirtiendo sobre condiciones potencialmente mortales para quienes se encuentren en las zonas costeras afectadas.
Erin intensifica su avance y sus efectos en la costa este de EE.UU.
La trayectoria del huracán Erin lo sitúa a aproximadamente 645 kilómetros al sureste de Cabo Hatteras, Carolina del Norte. Sus vientos máximos sostenidos alcanzan los 155 kilómetros por hora, y se espera que las condiciones adversas se extiendan a lo largo de la costa, afectando particularmente a Carolina del Norte y Virginia. El NHC ha señalado que, si bien no se prevé un impacto directo en tierra firme, las consecuencias indirectas en las playas serán significativas, representando un peligro considerable para actividades como el baño y el surf.
Se han emitido avisos de marejada ciclónica para áreas entre Cape Lookout y Duck, en Carolina del Norte, y se ha extendido una vigilancia de tormenta tropical que abarca desde Beaufort Inlet hasta la frontera con Virginia, incluyendo las zonas de Pamlico Sound y Albemarle. Estas medidas buscan alertar a la población sobre el inminente riesgo de inundaciones repentinas, exacerbadas por la combinación del oleaje y los fuertes vientos del huracán.

Los meteorólogos anticipan que las bandas de lluvia asociadas a Erin comenzarán a afectar Carolina del Norte desde la tarde de hoy, incrementando las marejadas ciclónicas y la intensidad del viento. El riesgo de corrientes de resaca peligrosas se mantiene elevado, con una especial preocupación por las inundaciones costeras durante la pleamar, cuando el nivel del mar podría superar los valores habituales, afectando áreas ya vulnerables.
El huracán Erin tiene su origen en el Atlántico oriental, cerca de Cabo Verde, una región conocida por ser cuna de “huracanes de Cabo Verde”, que a menudo presentan un gran potencial destructivo. Antes de fortalecerse y dirigirse hacia el Atlántico occidental, Erin dejó un saldo de al menos siete fallecidos en África occidental. La tormenta se convirtió en huracán el viernes pasado, tras un desarrollo sostenido en aguas abiertas.

Pronóstico y temporada de huracanes
Los modelos de pronóstico sugieren que Erin girará hacia el norte y noreste durante el jueves, para luego acelerar su desplazamiento hacia el Atlántico nororiental el viernes. Los vientos huracanados se extienden hasta 150 kilómetros desde su centro, mientras que los vientos de tormenta tropical abarcan un radio de hasta 425 kilómetros, según las estimaciones del NHC.
La temporada de ciclones en el Atlántico está siendo monitoreada de cerca. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha mantenido sus proyecciones de una temporada “por encima de lo normal”, estimando entre 13 y 18 tormentas, de las cuales entre cinco y nueve podrían convertirse en huracanes. Erin se suma a los sistemas Andrea, Barry, Dexter y Chantal, siendo este último el primer ciclón en tocar tierra en EE. UU. esta temporada, causando dos fallecimientos en Carolina del Norte en julio.
El NHC reitera la importancia de seguir las indicaciones de las autoridades locales, incluso si el huracán no impacta directamente en tierra. Los peligros de marejadas, oleaje y corrientes de resaca son una amenaza real en toda la costa atlántica. Se aconseja a residentes y turistas tomar precauciones, seguir las órdenes de evacuación y mantenerse informados sobre la evolución de Erin.
Recomendaciones y medidas preventivas
Las autoridades de gestión de emergencias continúan monitoreando de cerca el avance del huracán Erin. La coordinación entre los servicios meteorológicos y las agencias locales se mantiene activa para actualizar las alertas y pronósticos a medida que la trayectoria e intensidad del fenómeno se definan con mayor precisión en las próximas horas. La seguridad de los habitantes de la costa este es la principal prioridad.