La Visita del Buque de Guerra, Parte de un Despliegue Militar Más Amplio en el Caribe, Genera Preocupación Local Sobre una Posible Escalada del Conflicto
Un buque de guerra estadounidense, el destructor lanzamisiles USS Gravely, llegó el domingo a Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, en una visita programada para ejercicios conjuntos con el ejército de este país insular. La llegada del buque, visible frente a la costa capitalina, se produce en un contexto de creciente presión de la administración del presidente Donald Trump sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, país ubicado a solo unos kilómetros de la isla.
Washington ha desplegado desde agosto varios buques de guerra en el Caribe y ha llevado a cabo una campaña de ataques aéreos contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, que según un recuento de la AFP han dejado al menos 43 muertos. Mientras el gobierno de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, aliada de Trump, apoya la presencia militar, la población local se muestra dividida. Algunos, como Lisa, una habitante de 52 años, creen que ayudará a «limpiar los problemas de drogas».
Sin embargo, otros, como Daniel Holder, de 64 años, expresan su temor: «Si ocurriera algo entre Venezuela y Estados Unidos, (…) podríamos terminar recibiendo golpes». Caracas ha acusado al gobierno trinitense de servir a los intereses de Washington y denuncia que el despliegue es un pretexto para un cambio de régimen.















