Delincuentes contactan a conductores para supuestos servicios, los despojan de sus vehículos y luego exigen rescates de hasta 500,000 pesos, ante la aparente inacción policial.
Una alarmante modalidad delictiva aqueja a los motoristas de Santiago de Cuba. Una banda organizada está contactando a conductores de moto-taxis mediante engaños, ofreciéndoles un servicio o una carrera. Al llegar al punto acordado, las víctimas son amenazadas y despojadas de sus vehículos. En algunos casos, los estafadores las obligan a firmar documentos bajo coacción para luego exigir rescates exorbitantes, que pueden alcanzar los 500,000 pesos cubanos, por la devolución de la moto.
Lo más preocupante, según denuncian las víctimas, es la falta de una respuesta efectiva por parte de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Los afectados relatan que las autoridades se limitan a reconocer la existencia de la banda con indiferencia, sin tomar acciones concretas para desarticularla. Esta impunidad ha generado terror entre los trabajadores del transporte, quienes ven amenazado su sustento diario.














