Un hombre de California ha sido arrestado y acusado formalmente de fabricar y vender identificaciones falsas para DoorDash, una operación ilícita que fue desmantelada tras una investigación de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés). Miguel Angel Guevara-Murillo, de 34 años, admitió que vendía los documentos falsificados por $250 a personas que buscaban trabajar como repartidores para la popular plataforma de entregas.
Un giro equivocado que destapó el fraude
El caso, que podría parecer sacado de un guion, se destapó por un simple error. El pasado 28 de junio, Guevara-Murillo, conduciendo un vehículo con matrícula de California, tomó un giro equivocado que lo llevó directamente al Puente Rainbow, un puerto de entrada en Niagara Falls, Nueva York. Al ser detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), tanto él como su pasajero presentaron pasaportes colombianos.
Este encuentro activó las alarmas. Una inspección secundaria reveló que Guevara-Murillo, ciudadano colombiano, había ingresado a Estados Unidos sin inspección en 2022 y se encontraba en libertad condicional con una orden de comparecencia. Pero el hallazgo más significativo estaba dentro del vehículo.
El ‘kit’ para fabricar las identificaciones falsas DoorDash
Durante el registro del coche, los agentes encontraron un auténtico laboratorio móvil para la falsificación de documentos. Oculto dentro de una bolsa de repartidor de DoorDash, el equipo incluía:
- Una computadora portátil.
- Una impresora de tarjetas de acceso.
- Tarjetas de plástico en blanco.
- Un escáner y una cortadora de papel.
Además del equipo, se encontró una licencia de conducir de California falsificada con la foto de Guevara-Murillo pero a nombre de «Sean Patrick Allen». Este hallazgo fue la prueba material que conectaba directamente al sospechoso con la producción de los documentos.
Según la denuncia penal, Guevara-Murillo confesó a los investigadores que utilizaba el equipo para crear documentos de identidad estatales falsos, los cuales vendía por $250 a individuos que querían trabajar como conductores para DoorDash.
Implicaciones y consecuencias legales
Este arresto pone de manifiesto una importante vulnerabilidad en la economía de plataformas (gig economy), donde la verificación de identidad es un pilar fundamental para la seguridad tanto de los consumidores como de las empresas. El hecho de que existiera un mercado para estas identificaciones sugiere una demanda por parte de personas que, por diversas razones, no pueden pasar los controles oficiales de la plataforma.
Guevara-Murillo fue acusado de posesión de un implemento para la fabricación de documentos, un delito que conlleva una pena máxima de 15 años de prisión y una multa de $250,000. Las autoridades, incluyendo la fiscalía federal, han recalcado que una acusación es solo eso y que el acusado se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad.














