Publicado el 20 de abril de 2025
El llamado cheque de estímulo DOGE, impulsado por Elon Musk y respaldado por Donald Trump, promete entregar hasta $5,000 por hogar como devolución por eficiencia gubernamental. Sin embargo, su aprobación depende del Congreso y de múltiples factores políticos y económicos.
El llamado cheque de estímulo DOGE, también conocido como dividendo DOGE, ha generado gran expectativa entre millones de contribuyentes en Estados Unidos. La propuesta busca ofrecer alivio económico a las familias a partir de los ahorros generados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad respaldada por Elon Musk.
La idea fue planteada por James Fishback, CEO de la firma Azoria, quien sugirió devolver hasta un 20% de los ahorros operativos del gobierno federal directamente a los contribuyentes. El propio Donald Trump ha mostrado apoyo público al plan, y Elon Musk también ha respaldado la propuesta, aunque advirtió que el monto final del cheque podría ser menor.
Inicialmente se habló de hasta $5,000 dólares por hogar, pero las proyecciones actuales son más modestas. Según estimaciones, para abril el DOGE podría haber acumulado $140,000 millones en ahorros, lo que permitiría entregar un promedio de $869.57 por contribuyente. Incluso, algunas fuentes mencionan que el cheque podría reducirse a $3,000 dependiendo de la distribución de fondos.
A pesar del entusiasmo, ni Musk ni Fishback tienen poder legal para aprobar estos pagos. La decisión recae exclusivamente en el Congreso de Estados Unidos. El presidente Trump puede impulsar y negociar el proyecto, pero necesita el respaldo legislativo para convertirlo en realidad.
Para que el dividendo DOGE se concrete, deben cumplirse varias condiciones: generación de ahorros reales por parte del DOGE, creación de un marco legal para distribuir los fondos, y apoyo político suficiente tanto en la Cámara como en el Senado. El futuro del plan dependerá de la voluntad del Congreso y de si el presidente Trump decide priorizarlo como parte de su política económica.
Fuente: Economic Times