Trabajadores del MINSAP exigen hasta 2,500 pesos por servicio que debería ser gratuito, mientras dengue y chikungunya se expanden por la isla
La fumigación de viviendas, medida esencial para combatir la crisis epidemiológica que afecta a Cuba, se ha convertido en un servicio inaccesible para gran parte de la población debido a que trabajadores estatales exigen pagos de hasta 1,000 pesos por aplicar el insecticida en cada casa, equivalente a la mitad del salario mínimo en la isla.
Según denuncias difundidas en redes sociales, los fumigadores del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) estarían cobrando sistemáticamente por realizar su trabajo, un servicio que por ley debe ser gratuito. La usuaria Gretell Salermo publicó en Facebook un audio donde se confirma que en el municipio habanero de Arroyo Naranjo se exige esta tarifa, que representa un enorme sacrificio para familias que sobreviven con salarios promedios de 2,100 pesos mensuales.
Los comentarios a esta publicación revelan que la práctica se ha generalizado en todo el país. «Así está en Camagüey», «En Holguín igual y hasta más», «En Sancti Spíritus tiene ese precio», afirmaron usuarios desde diferentes provincias. Algunos reportaron montos aún más elevados, llegando a 1,800 y 2,500 pesos por vivienda, mientras otros denunciaron que las autoridades exigen a los vecinos proporcionar el combustible para las fumigadoras.
Esta situación ocurre mientras Cuba enfrenta una expansión acelerada de dengue, chikungunya y oropouche, con provincias como La Habana, Camagüey y Villa Clara reportando los mayores índices de infestación del mosquito Aedes aegypti. La crisis se ve agravada por el aumento de vertederos improvisados y la acumulación de basura en las calles.
Paralelamente, el MINSAP anunció que «agiliza» el inicio de investigaciones científicas sobre el chikungunya más de un mes después de reconocer la presencia del virus en el país. La doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del ministerio, informó que se realizará un estudio clínico en cuatro hospitales de Matanzas y La Habana para evaluar la eficacia del medicamento cubano Jusvinza en el tratamiento de las secuelas articulares que deja la enfermedad.














