Más de 3,500 personas han sido desplazadas de forma preventiva en la provincia oriental, donde varios embalses han alcanzado su capacidad máxima tras las intensas lluvias.
El miedo se ha apoderado nuevamente de la provincia de Las Tunas. Más de 3,500 personas han sido evacuadas de forma preventiva en las últimas horas ante el riesgo inminente de desbordamiento de varios embalses que ya han alcanzado el límite de su capacidad. La situación es particularmente crítica en el municipio de Majibacoa, donde las fuertes lluvias de los últimos días, agravadas por la saturación del suelo tras el paso del huracán Melissa, han llevado al sistema hidráulico provincial al borde del colapso.
Según informó el medio local Tiempo 21, la presa Rincón se encuentra al 96% de su capacidad, mientras que los embalses Palmilla, La Luisa y El Chimbí ya están al 100% de su llenado. Yamilka Igarza Chacón, presidenta de la Comisión de Protección a la Población, confirmó el traslado de miles de personas hacia centros de protección y casas de familiares, afirmando que «lo más importante es proteger la vida humana».
Aunque las autoridades insisten en que el muro de la presa Rincón se encuentra en buen estado técnico y que el proceso de alivio es «natural», la preocupación es palpable entre los habitantes de las zonas bajas. La incertidumbre se mantiene, especialmente con las nuevas lluvias anunciadas por el Instituto de Meteorología. La delegada provincial de Recursos Hidráulicos, Mirta García Rojas, reconoció que el Rincón es el embalse que más inquietud genera en la población, aunque reiteró que no se esperan «golpes de agua» ni aperturas abruptas de las compuertas.
Como medida de precaución, se han activado todos los consejos de Defensa en los municipios de Majibacoa, Las Tunas, Puerto Padre y Jesús Menéndez para actuar de inmediato si el nivel del agua continúa ascendiendo. De los 23 embalses de la provincia, tres presentan problemas técnicos, y 35 micropresas agrícolas se encuentran en estado crítico, siendo vigiladas estrechamente por las autoridades.
Esta emergencia recuerda la reciente evacuación en la provincia de Granma, donde más de 2,600 personas fueron trasladadas a zonas seguras tras el desbordamiento del río Cauto. En esa ocasión, la operación combinó el uso de trenes, ferrobuses, lanchas y helicópteros. El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, confirmó que las labores de evacuación y protección continúan este domingo con el apoyo de la Defensa Civil, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT).
Imágenes compartidas en redes sociales han mostrado la gravedad de la situación: viviendas parcialmente inundadas, familias resguardadas en los techos de sus casas y vehículos ferroviarios avanzando con dificultad entre corrientes de agua. Un tren con 13 vagones, que transportaba a más de un millar de personas, logró llegar a Jobabo (Las Tunas) a pesar de que el agua ya cubría los rieles. Durante el trayecto, parte de la vía se socavó y varios vagones llegaron a separarse, aunque la pericia de la tripulación evitó una tragedia mayor.













