Un alto oficial reconoce que el hurto de carburante, una práctica generalizada, se concentra en instalaciones estatales como grupos electrógenos y bases de ómnibus.
En una inusual admisión pública, el teniente coronel Asmel Rojas Águila, del Ministerio del Interior (MININT) de Cuba, identificó los tres escenarios donde el robo de combustible es más recurrente en la isla: los grupos electrógenos, los depósitos de almacenamiento de CUPET y las bases de ómnibus. El oficial realizó estas declaraciones durante el programa oficialista Hacemos Cuba.
Rojas Águila explicó que estos delitos ocurren fundamentalmente en horario nocturno, cuando los controles son más laxos. Aseguró que, entre enero y agosto de 2025, las autoridades han logrado recuperar aproximadamente 350,000 litros de combustible mediante operativos policiales. Como parte de las medidas para frenar este flagelo, el MININT y la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) están ejecutando inspecciones al 100% de los grupos electrógenos del país, equipos cruciales para paliar los frecuentes apagones.
Estas declaraciones confirman lo que por años ha sido un secreto a voces: el desvío de combustible en Cuba es un problema sistémico y está ampliamente vinculado a redes de corrupción al interior de las propias instituciones estatales, en un contexto de profunda crisis económica y energética.














