Un fotorreportaje del periódico matancero ‘Girón’ describe con crudo realismo la epidemia de dengue, chikungunya y Oropouche que azota a la población, en un inusual reconocimiento de la emergencia sanitaria.
En un hecho poco frecuente, el periódico oficialista Girón, de la provincia de Matanzas, publicó un fotorreportaje titulado “La enfermedad que padecemos”, que retrata con desgarradora crudeza la crisis epidemiológica y social que sufre la población, marcada por brotes simultáneos de dengue, chikungunya y virus de Oropouche, sumados a los habituales apagones y la escasez.
El trabajo del fotógrafo Raúl Navarro, acompañado de un texto tan elocuente como estremecedor, describe la realidad de familias enteras postradas por la fiebre, la debilidad extrema y los dolores, en medio de una lucha diaria por conseguir medicamentos y repelentes, muchos de ellos inaccesibles por su alto costo en dólares.
“Has perdido el apetito, has perdido peso, has perdido fuerza en las manos y en las piernas, y los dolores terribles hacen que no quieras ni levantarte de la cama”, se lee en el relato, que evoca el olor a “fiebre sudada” y al “precio rancio del blíster de paracetamol”. El texto detalla el desgaste económico y anímico de las familias, que gastan sus ahorros o se endeudan en un intento –a menudo infructuoso– de proteger a sus hijos de los mosquitos transmisores.
“Al final, gastar todos los ahorros o endeudarte hasta el próximo cobro o la próxima remesa termina siendo en vano. Tu hijo también cae”, describe con pesimismo el reportaje, que subraya la alta propagación de las enfermedades y la sensación de impotencia ante un sistema de salud desbordado y con graves carencias de insumos.
La publicación constituye un indirecto cuestionamiento a la respuesta oficial, señalando la lentitud y opacidad de las autoridades sanitarias. “Ni sabes (…) por qué tardaron tanto en actuar, o es que actuaron rápido y bien y no te enteraste porque ya no ves el noticiero por los apagones, ni tienes internet hasta que se cumpla el mes para poder hacer la próxima recarga”, apunta irónicamente el texto.
Aunque las autoridades provinciales han admitido la circulación de dengue y chikungunya, se mantiene un opaco silencio sobre la cifra real de fallecidos y se niega oficialmente la existencia de muertes vinculadas a estos brotes. Mientras, en hospitales como el de Cárdenas, pacientes y familiares denuncian que deben costear reactivos y medicamentos de su propio bolsillo.
Este fotorreportaje, al colarse en un medio oficial, rompe el tradicional cerco informativo y confirma, desde dentro del sistema, la profundidad de una crisis sanitaria que se entrelaza con la pobreza, la falta de energía eléctrica y la desesperanza generalizada.














