Dos estudiantes de 17 años, Maria Niotis e Isabella Salas, fueron atropelladas y asesinadas el lunes en este tranquilo suburbio por un conductor que se dio a la fuga y que, según familiares y amigos, había estado acosando a una de las jóvenes, quien incluso había solicitado sin éxito una orden de restricción en su contra.

El fatal incidente ocurrió alrededor de las 5:30 p.m., cuando las adolescentes circulaban juntas en una bicicleta eléctrica por una calle residencial de Cranford. Según las autoridades, un Jeep negro modelo 2021 con vidrios polarizados las embistió, causándoles heridas mortales. Ambas fallecieron poco después en un hospital cercano.
Las investigaciones condujeron al arresto de un joven de 17 años, residente del vecino municipio de Garwood, quien fue imputado el miércoles con dos cargos de asesinato en primer grado. La Fiscalía del Condado de Union ha decidido no revelar la identidad del acusado por tratarse de un menor de edad.
Antecedentes de acoso y denuncias ignoradas
Amigos y familiares de las víctimas revelaron a medios locales que el sospechoso había estado acechando persistentemente a una de las jóvenes, lo que la llevó a presentar denuncias formales en busca de protección.
“Presentó denuncias y no se hizo nada”, declaró con angustia Tammy Carbajal, amiga de una de las fallecidas, en una entrevista con CBS 2. “Es una tragedia. Es una tragedia”.
Un vecino del barrio añadió más detalles sobre el patrón de conducta del presunto agresor, señalando a Fox 5 que el joven había estado estacionando su vehículo frente a la casa de la víctima durante los tres meses previos al ataque. “Nunca lo detuvieron”, lamentó.
Comunidad en shock ante un crimen evitable
El suceso ha sumido en el duelo y la indignación a esta comunidad conocida por su ambiente tranquilo y familiar. Un testigo del atropello describió a Fox 5 la escena como desgarradora: “Solo había visto a una niña. Y luego caminé un poco por la calle y vi a la otra”.
El caso ha reavivado el debate sobre la efectividad de los mecanismos de protección para víctimas de acoso y la necesidad de una respuesta más ágil y contundente por parte de las autoridades ante este tipo de denuncias.
Mientras la investigación continúa, la comunidad de Cranford llora la pérdida de dos jóvenes cuyas vidas fueron truncadas en un acto de violencia que, según todo indica, pudo haberse prevenido.














