Han transcurrido dos semanas desde su emisión, pero una polémica escena de la telenovela cubana «Sábado de gloria», que sugiere con sutileza el inicio de una relación poliamorosa entre los personajes Paloma, Eduardo y Javier, continúa generando un intenso debate y reacciones encontradas en las redes sociales. Este episodio demuestra, una vez más, la capacidad de este género para despertar la reacción popular en Cuba.
Reacciones Divididas: ¿Apertura Narrativa o «Escándalo Moral»?
Lo que para algunos espectadores ha sido una representación legítima y valiente de formas de amar no tradicionales, para otros ha constituido un escándalo moral, una «cochambre», o incluso la imposición de una “agenda” forzada en la televisión nacional. Las opiniones sobre la escena del trío en la telenovela cubana son diversas y apasionadas.
Las reacciones no se han hecho esperar, abarcando un amplio espectro: desde posturas conservadoras que claman por la «protección infantil» hasta aquellas que celebran lo que consideran una muestra de madurez narrativa en el audiovisual cubano. La discusión ha trascendido la pantalla y se ha instalado en el debate público digital.
Defensa de la Actriz y Crítica Cultural
La actriz Ari Fonseca, quien interpreta a Paloma, uno de los personajes involucrados en la relación poliamorosa, se pronunció en sus redes sociales poco después de la emisión del polémico capítulo. En una publicación extensa y reflexiva, defendió el trabajo del equipo creativo y abordó las críticas desde una perspectiva respetuosa pero firme: “Esta escena fue bien cuidada desde la dirección y el equipo, sutil, delicada, sin groserías, mostrando lo real y lo que SÍ ocurre entre adultos”, escribió Fonseca.
La actriz también hizo un llamado a la responsabilidad adulta de contextualizar este tipo de contenidos ante los niños, enfatizando que esta no es la única subtrama de la novela ni la más “peligrosa” en términos de valores. Por su parte, el reconocido crítico Frank Padrón, en su columna publicada el pasado 2 de mayo, comparó la reacción social con otras polémicas recientes en la televisión cubana, como los besos entre hombres en la novela anterior “Renacer”. Padrón defendió el derecho del arte a representar la vida tal como es, sin imposiciones morales.
“No considero para nada impropio que […] la telenovela cubana tenga que renunciar a las [realidades] que hoy día existen”, afirmó el crítico, desmitificando la idea de que mostrar diversidad afectiva sea sinónimo de imponerla. Como suele ocurrir con este género en la isla, la polémica por el trío en la telenovela cubana ha suscitado un amplio debate.
Un Debate que Continúa: Telenovelas como Termómetro Cultural
Las redes sociales se han convertido en un verdadero campo de batalla de opiniones. Mientras algunos internautas celebran la valentía del equipo creativo y abogan por una educación más inclusiva y consciente —“hay que respetar que existen otras formas de familia”—, otros usuarios expresan su molestia con comentarios que van desde la preocupación por la exposición infantil hasta acusaciones de “promoción de la decadencia”.
Frente a la crítica de que estos contenidos no son apropiados para la «familia cubana», muchos otros recuerdan que novelas con tramas de relaciones múltiples han existido antes, como la famosa «Doña Flor y sus dos maridos», sin despertar el mismo nivel de rechazo. El ángulo más relevante hoy no es tanto la escena en sí, sino la persistencia de un debate que cuestiona si se trata de una apertura genuina hacia nuevas representaciones o simplemente una prueba de los límites de la tolerancia televisiva en Cuba.
Lejos de apagarse, el eco de la escena del trío amoroso ha dado pie a una conversación mayor sobre representación, educación, censura y libertad. «Sábado de gloria» ha demostrado que las telenovelas, además de entretener, pueden funcionar como un termómetro cultural y, como decía Stendhal, ser un espejo de la vida misma. Para seguir la programación de la televisión cubana, se puede visitar el sitio del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).