El estado de Florida llevó a cabo su quinta pena de muerte en 2025 este jueves 15 de mayo, con la ejecución de Glen Edward Rogers en la Prisión Estatal de Florida, cerca de Starke. Conocido como el “Asesino Casanova” por su carisma y el método seductor con el que atraía a sus víctimas, Rogers fue condenado a la pena capital por dos asesinatos cometidos en 1995, aunque en su momento llegó a declarar haber asesinado a unas 70 personas. Su ejecución se realizó a las 6:16 p.m. (hora local).
La prensa estadounidense ha reseñado que sus últimas palabras, dirigidas al entonces presidente Donald Trump, reavivaron la controversia que siempre rodeó su figura: «Presidente Trump, sigue haciendo grande a América. Estoy listo para partir», dijo antes de morir.
El Legado Siniestro del «Asesino Casanova» Ejecutado en Florida
Rogers, de 62 años, fue ejecutado mediante inyección letal tras pasar casi tres décadas en el corredor de la muerte. Nacido en Hamilton, Ohio, su infancia estuvo marcada por la violencia doméstica, creciendo en un hogar disfuncional como testigo de constantes abusos por parte de su padre alcohólico, según registros judiciales. Desde joven, Rogers cayó en el consumo de drogas y alcohol, iniciando su carrera delictiva con pequeños robos. Ya adulto, trabajó en oficios esporádicos –desde conductor de autobús escolar hasta trabajador de carnaval– mientras tejía una red de crímenes violentos en al menos cinco estados: Florida, California, Ohio, Mississippi y Luisiana.
Apodado también como el “Asesino del Campo Traviesa” o el “Asesino Transcontinental”, sus víctimas eran generalmente mujeres de entre 30 y 40 años, con cabello rojizo, a quienes conocía en bares y moteles. Su modus operandi era tan metódico como brutal: utilizaba su apariencia atractiva y carisma para ganarse la confianza de mujeres vulnerables. Después de encuentros breves, que a menudo terminaban en relaciones íntimas fugaces, las asesinaba con métodos violentos como apuñalamientos o estrangulamientos. Posteriormente, robaba objetos personales de sus víctimas y huía a otro estado, lo que complicó su captura durante años.
Las Víctimas y las Condenas que Sellaron su Destino en la Pena de Muerte de Florida 2025
Una de las dos víctimas por las que fue condenado a muerte en Florida fue Tina Marie Cribbs, de 34 años y madre de dos hijos. Rogers la conoció en un bar de Tampa y la convenció para que lo llevara a un motel; nunca regresó. Días después, su cuerpo fue encontrado apuñalado en la bañera de la habitación que Rogers había alquilado. Su anillo, reloj y coche habían desaparecido. Rogers fue detenido una semana después conduciendo el vehículo de Cribbs en Kentucky.
Otro caso por el cual recibió condena a muerte, esta vez en California, fue el de Sandra Gallagher, también madre y a quien conoció en un bar en Van Nuys. Su cuerpo apareció quemado en su camioneta cerca del domicilio de Rogers, apenas un día después de conocerse. Aunque solo fue condenado por dos asesinatos, las autoridades sospechan que Rogers pudo estar involucrado en al menos cinco homicidios más, e incluso se le llegó a relacionar, sin pruebas concluyentes, con el célebre caso de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman en 1994. Su hermano afirmó en un documental de 2012 que Rogers confesó esos crímenes, pero la policía de Los Ángeles negó cualquier evidencia que lo vinculara.
Intentos Fallidos de Anulación y Cierre para las Familias
Además de sus dos condenas a muerte, Rogers intentó anular su veredicto en tres ocasiones, todas sin éxito. Sus abogados también argumentaron en los últimos días que una condición médica en su hígado podía interactuar con uno de los medicamentos de la inyección letal causando sufrimiento extremo, pero tanto la Corte Suprema de Florida como la de Estados Unidos rechazaron el argumento. Para los familiares de las víctimas, la ejecución de Rogers significó un momento de cierre largamente esperado. Mary Dicke, madre de Tina Cribbs, superó un cáncer cerebral y otro de pulmón con la promesa de vivir hasta ver morir al asesino de su hija. Jerri Vallicella, hermana de Sandra Gallagher, fue tajante: “Han sido 30 años de pesadillas, y estoy lista para que esto termine.”
Durante la ejecución, Rogers permaneció inmóvil. Un guardia lo sacudió por los hombros para comprobar su consciencia, sin obtener respuesta. Fue el quinto reo ejecutado en Florida este año y el decimosexto en Estados Unidos en lo que va de 2025, un reflejo de la activa aplicación de la pena de muerte en Florida en 2025. Las autoridades emplearon un cóctel de tres fármacos: un sedante, un paralizante y una droga que detiene el corazón. En su última declaración, agradeció a su esposa, quien lo había visitado ese mismo día, y añadió de forma críptica: “En un futuro cercano, sus preguntas serán respondidas.” El próximo reo programado para ejecución en Florida es Anthony Wainwright, el 10 de junio, condenado por secuestro, violación y asesinato.
La Pena de Muerte en Florida y el Gobierno de DeSantis
Florida es uno de los estados más activos en la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos. Bajo el gobierno de Ron DeSantis, las ejecuciones han experimentado un aumento, en línea con un enfoque político que busca reforzar la imagen de «mano dura contra el crimen». Las decisiones del gobernador han sido interpretadas como un intento de apelar a los votantes más conservadores. Sin embargo, la política de pena de muerte en Florida genera divisiones profundas, con defensores que la ven como justicia necesaria y críticos que señalan riesgos de errores judiciales y altos costos, en un sistema que ha tenido condenas revertidas.