Tras el reciente anuncio del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), es fundamental aclarar el estado actual del parole humanitario en Estados Unidos: el programa como vía para nuevas solicitudes sigue oficialmente revocado. La medida informada el 21 de junio únicamente reanuda el procesamiento de beneficios migratorios para quienes ya se encontraban en el país y habían iniciado sus trámites antes de la cancelación.
La decisión no reabre el programa, sino que responde a una orden judicial que obliga al gobierno de Donald Trump a dar curso a las solicitudes pendientes. La confusión ha sido notable, pero la realidad es que las puertas para nuevos beneficiarios del programa CHNV (Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela) permanecen cerradas.
Trámites reactivados vs. Programa cancelado: La diferencia clave
La hostilidad de la actual administración hacia el parole humanitario se materializó en enero de 2025 con una orden ejecutiva que canceló el programa. Posteriormente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) oficializó la revocación y fijó el 24 de abril como fecha de vencimiento para los documentos emitidos.
Esto desencadenó una demanda en la corte federal de Boston, donde la jueza Indira Talwani emitió una orden para proteger los derechos de quienes ya estaban en proceso. La reciente directriz de USCIS es el resultado directo de esa batalla legal. Para entenderlo mejor, aquí se detalla qué está vigente y qué no:
Tipo de Trámite | Estado Actual |
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Ajuste de estatus, permisos de trabajo o residencia para beneficiarios que ya están en EE.UU. | Reanudados. USCIS debe procesar estas solicitudes hasta emitir una decisión final. |
Nuevas solicitudes de parole humanitario bajo el programa CHNV. | Revocadas. El programa está cancelado y no se aceptan nuevos aplicantes. |
¿Qué pueden esperar los cubanos y cuáles son los riesgos?
Esta reactivación es una ventana de oportunidad crucial para los aproximadamente 20,000 cubanos que, según estimaciones, aún no han podido aplicar a la Ley de Ajuste Cubano por no tener el año y un día de presencia física. Ahora pueden continuar su proceso, pero no sin riesgos.
Las autoridades han advertido que cada caso será examinado rigurosamente para descartar fraude o riesgos de seguridad. Además, quienes no logren regularizar su estatus podrían enfrentarse a órdenes de deportación, ya que su amparo bajo el parole humanitario tiene fecha de vencimiento.
En resumen, la batalla legal ha asegurado que se respeten los derechos adquiridos, pero no ha restaurado el programa. El camino para los beneficiarios existentes sigue abierto, pero es inestable y se recomienda encarecidamente contar con asesoría legal para navegar un panorama que puede cambiar con nuevas decisiones judiciales o ejecutivas.