El emprendimiento Olinés produce el popular snack Pikilín y otros derivados del maíz utilizando equipos diseñados y construidos por sus trabajadores, desafiando la crisis energética y de insumos.
En un notable ejemplo de ingenio ante la adversidad, una pequeña empresa privada cubana llamada Olinés ha logrado producir el popular snack extruido conocido como «pelly» –incluida la marca Pikilín– utilizando maquinaria fabricada por sus propios trabajadores. Un video documental publicado en Instagram muestra cómo 20 empleados transforman el maíz en productos de calidad mediante un proceso que incluye el trillado, la limpieza y la remoción del germen y la piel del grano para obtener una sémola de mejor sabor.
La máquina principal, diseñada y construida por el propietario Maikel, es la responsable de inflar el maíz y darle la textura final al producto. Para mantener la producción estable a pesar de los frecuentes apagones, la fábrica cuenta con un generador propio. Además del Pikilín, Olinés produce harina, maicena y pienso, y ha desarrollado su propia mezcla secreta de condimentos que incluye sabores como tomate, picante, queso y jamón. Este emprendimiento se enmarca en el crecimiento sin precedentes del sector privado en Cuba, donde más de 9,000 MIPYMES generan alrededor del 30% del empleo formal, llenando vacíos que el Estado no puede cubrir.














