La suspensión total del transporte terrestre y de trenes agrava la crisis humanitaria en las provincias más afectadas por Melissa.
El oriente de Cuba enfrenta una paralización casi total de su sistema de transporte tras el paso del huracán Melissa, lo que ha profundizado el aislamiento y la crisis humanitaria en la región. Carreteras fundamentales como la Central y la Autopista Nacional presentan tramos completamente bloqueados por la caída masiva de árboles, postes eléctricos y cables de telefonía.






Daños estructurales críticos, como el socavamiento del puente principal en Contramaestre y la afectación de la base de ferrobuses en Palma Soriano, han imposibilitado el tránsito seguro. Esta situación ha obligado a la suspensión indefinida de todos los servicios de ómnibus nacionales, VIAZUL, trenes y transportes de carga con destino a Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y Bayamo-Manzanillo.


Mientras las autoridades hablan de «acciones inmediatas», en el terreno la realidad es de caos y desinformación. Miles de personas permanecen varadas e incomunicadas, y la falta de una vía expedita para la llegada de ayuda y suministros complica aún más la ya crítica situación de las familias que han perdido sus hogares y pertenencias.














