Una partida de dominó protagonizada por el jefe de la Misión de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, en una calle de Camagüey, ha generado una notable reacción por parte de figuras del gobierno cubano, evidenciando tensiones diplomáticas subyacentes. La imagen del diplomático compartiendo con jóvenes locales provocó una respuesta crítica de Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y exespía cubano.

La Reacción Oficial: Crítica y Propaganda
Desde su cuenta oficial en redes sociales, Hernández Nordelo publicó un mensaje interpretado por analistas como cínico: “No se preocupen, niños cubanos: A los que sobrevivan, los mismos que nos bloquean los invitarán a jugar dominó…”. Añadió hashtags como #Cuba, #CDRCuba y #TumbaElBloqueo.
Esta declaración, según la fuente original, repite la narrativa oficial que culpa al embargo estadounidense (referido como “bloqueo”) de los problemas económicos y sociales de la isla, desviando la atención de responsabilidades internas.
¿Por Qué Incomoda el Gesto de Mike Hammer en Cuba?
El análisis sugiere que este tipo de diplomacia directa y popular, como la practicada por Mike Hammer en Cuba, genera incomodidad en la élite gobernante. El hecho de que un diplomático estadounidense interactúe con jóvenes en la calle, un espacio tradicionalmente bajo estricta vigilancia y control por parte de estructuras como los CDR, desafía el relato oficial.
Se recuerda la frase histórica “la calle es de los revolucionarios”, atribuida a Fidel Castro tras las protestas del ‘Maleconazo’ en 1995, como un contraste con la imagen de Hammer ocupando ese mismo espacio público para el diálogo y el juego, interpretado como una apuesta por la libertad de encuentro frente al control.
Una Estrategia Diplomática a Pie de Calle
La partida de dominó no parece ser un hecho aislado, sino parte de una estrategia de acercamiento humano y horizontal al pueblo cubano. En sus visitas a provincias como Villa Clara y Camagüey, Mike Hammer también ha escuchado a familiares de presos políticos, se ha reunido con activistas y visitado espacios religiosos.
Estos gestos, cargados de simbolismo, contrastan con la postura rígida del gobierno cubano, que, según el análisis, desconfía de vínculos directos entre la población y representantes extranjeros críticos con el sistema.
Críticas a la Respuesta Oficial
La respuesta de Hernández Nordelo es vista por algunos observadores como una muestra de la incapacidad del régimen para contrarrestar la popularidad de estos gestos o para ofrecer soluciones a la crisis interna. El uso de la figura del «niño que sobrevive» es criticado como un intento de victimización que ignora las causas internas de la situación.
Se argumenta que mientras las autoridades recurren a la retórica del «enemigo externo», la diplomacia de cercanía como la de Mike Hammer en Cuba expone una desconexión entre el poder y la ciudadanía.
Esta aproximación, denominada por algunos como “diplomacia del dominó”, recuerda tácticas pasadas como la “diplomacia del ping pong”. Busca crear puentes a través de gestos sencillos en contextos donde los canales oficiales son tensos. Puedes seguir las actividades de la misión diplomática estadounidense en Cuba en su cuenta oficial @USEmbCuba.