Una reestructuración de gran calado ha sacudido los cimientos del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos este viernes. Más de un centenar de empleados fueron puestos en licencia administrativa por orden directa de Marco Rubio, quien recientemente asumió el doble cargo de asesor interino de Seguridad Nacional y secretario de Estado bajo la administración del presidente Donald Trump. Esta medida representa una de las reorganizaciones más drásticas en la historia reciente del organismo.
La noticia de los despidos masivos fue confirmada por funcionarios de la Casa Blanca a CNN a través de una publicación en la red social X. La notificación a los afectados se realizó mediante un correo electrónico enviado por Brian McCormack, jefe de gabinete del NSC, a las 4:20 p.m. del viernes. En dicho comunicado, se les indicaba a los empleados que disponían de apenas 30 minutos para recoger sus efectos personales o coordinar una hora para hacerlo si no se encontraban en las instalaciones. El asunto del correo, “Su regreso a la agencia de origen”, sugiere que muchos de los cesados habían sido comisionados temporalmente desde otras dependencias gubernamentales.
La consolidación de poder de Marco Rubio y el NSC bajo nueva dirección
Esta drástica decisión se produce pocas semanas después de que el presidente Donald Trump designara a Marco Rubio, de 53 años e hijo de inmigrantes cubanos, como asesor interino de Seguridad Nacional, un cargo que compagina con su rol como secretario de Estado. Este doble nombramiento ha consolidado significativamente la influencia de Rubio dentro del gabinete, convirtiéndolo en una figura central tanto en la política exterior como en la seguridad nacional del país.
Entre los más de cien funcionarios despedidos del NSC se encuentran tanto personal de carrera con larga trayectoria como nombramientos políticos realizados por la propia administración Trump. Fuentes cercanas al proceso han señalado que la medida se ejecutó de manera abrupta, lo que ha generado críticas internas por una percibida falta de profesionalismo. Estas críticas se acentuaron por el momento elegido para la comunicación –justo antes de un fin de semana largo festivo– y por supuestas filtraciones de datos personales de los afectados.
Un nuevo paradigma para la política exterior y de seguridad
El Consejo de Seguridad Nacional, tradicionalmente compuesto por expertos en política exterior de diversas agencias del gobierno estadounidense, ha funcionado históricamente como un organismo crucial para coordinar la agenda internacional del presidente. Sin embargo, bajo la administración Trump, su papel como coordinador clave ha experimentado cambios. Con la llegada de Marco Rubio al NSC y al Departamento de Estado, se anticipa una gestión aún más centralizada y de línea dura, alineada con las prioridades estratégicas de la Casa Blanca.
La influencia de Rubio ya se percibe como una «revolución» en la política exterior. Su enfoque se centra firmemente en la seguridad nacional, con el control migratorio como una de sus prioridades inmediatas. Bajo su liderazgo, se han suspendido programas de ayuda exterior, redirigiendo esos fondos hacia operaciones de repatriación. La consigna parece clara: «menos asistencia global, más recursos para asegurar las fronteras y proteger los intereses internos».
Reestructuración institucional y desafíos globales
El rediseño institucional impulsado por Rubio también ha alcanzado estructuras tradicionales como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Se ha promovido una reestructuración total de USAID con el objetivo de consolidar funciones diplomáticas y eliminar gastos considerados innecesarios. Programas enfocados en diversidad y equidad han sido desactivados, en favor de una visión calificada como más pragmática y orientada a resultados.
En el ámbito internacional, Marco Rubio ha intensificado la presión sobre aliados estratégicos, como los países miembros de la OTAN, exigiendo una mayor inversión militar. Asimismo, ha emitido advertencias a socios sobre la creciente influencia de China, con un énfasis particular en regiones consideradas clave como el Caribe y el Canal de Panamá.
Mientras la tensión aumenta en diversos frentes globales, como Ucrania o la Franja de Gaza, se espera que Rubio actúe siguiendo las directrices de Trump. Esto implica manejar la complejidad de estos escenarios considerando tanto las alianzas tradicionales de Estados Unidos como las preferencias de la actual administración, que ha mostrado inclinación por el diálogo con adversarios como Rusia y ha cuestionado acuerdos establecidos con socios como la Unión Europea o Canadá. La reestructuración en el Marco Rubio NSC es, sin duda, un indicativo de los cambios que se avecinan.