El influencer cubano Brayan el Joker (@brayan_eljoker), radicado en Estados Unidos, ha generado una oleada de reacciones en redes sociales. Su reciente video cuestiona, con tono humorístico y sarcástico, una práctica común y a menudo tensa entre los cubanos emigrados: preguntarse mutuamente cuánto tiempo llevan en el país. Esta dinámica subraya una latente jerarquía migrante cubana que, según él, divide a la comunidad.
La «Pregunta» y la Jerarquía Migrante Cubana
“Yo me pregunto por qué cada vez que me encuentro con un cubano me pregunta qué tiempo yo llevo aquí, como si yo estuviera preso”, dice el creador de contenido en su publicación de TikTok, que ya acumula miles de visualizaciones y comentarios. En su monólogo, Brayan critica el peso simbólico que muchos cubanos otorgan al tiempo de residencia en Estados Unidos, como si fuera un «rango» o una «medalla» que confiere un respeto especial.
“Yo estoy libre, hermano. Yo no estoy contando. Estoy aquí para siempre, ya no voy a salir”, agrega con una mezcla de ironía y resignación. Brayan denuncia que esta pregunta recurrente parece una especie de control entre migrantes sobre quién lleva más tiempo y, por tanto, merece más reconocimiento. Esta dinámica crea una subcultura que alimenta la jerarquía migrante cubana, generando divisiones y juicios entre quienes han compartido una experiencia similar de exilio.
Un Debate Resonante: Apoyo y Reflexiones
La publicación de Brayan el Joker ha desatado una avalancha de comentarios, en su mayoría de apoyo y complicidad. “Los viejos se creen que son mejores que los recién llegados”, comentó una usuaria, reflejando el sentir de muchos. Otro usuario bromeó que parecía que el influencer estaba “en el servicio militar, la gente pintando”, en alusión al ambiente de jerarquía que se genera entre los recién llegados y quienes llevan años establecidos. Algunos seguidores sugirieron estrategias para responder con humor: “Tienes que tirarte la de ‘yo nací aquí’, esa no falla”, recomendó un seguidor, mientras que otros reconocieron sentirse plenamente identificados: “Me identifico al derecho y al revés. Muy buena y divertida reflexión, asere”.
Más allá del humor, el video de Brayan toca una fibra sensible dentro de la comunidad cubana en el exilio: la tendencia a jerarquizar las experiencias migratorias según el tiempo de estancia o la vía de llegada. Este fenómeno de la jerarquía migrante cubana ya había sido abordado por la también cubana Carelis Conde (@carelisconde) en un video publicado en noviembre pasado, en el que llamaba a detener las comparaciones entre migrantes. “¿Acaso tu situación migratoria es menos dolorosa que la mía?”, se preguntaba entonces Conde, abogando por una mirada más empática y menos competitiva.
Empatía vs. Competencia: La Conversación Pendiente
Carelis Conde recordó que todos los que emigran, sin importar el medio, enfrentan un duelo emocional y un proceso difícil de adaptación. Su mensaje buscaba erradicar juicios y comentarios despectivos comunes entre migrantes, como “Los que entraron con parole no saben lo que es pasar trabajo” o “Yo fui balsero; no sé de qué se quejan estos que vienen ahora en un avión”. Su reflexión fue ampliamente compartida y celebrada por quienes coinciden en que las comparaciones entre historias migratorias solo profundizan las divisiones dentro de una comunidad que, por su origen, ya carga con suficientes retos y dolores compartidos.
Tanto Brayan el Joker como Carelis Conde visibilizan, desde registros diferentes, una conversación pendiente entre los cubanos en el exilio: la necesidad de sustituir la competencia por la empatía, y entender que cada quien lidia con su propio proceso migratorio y las complejidades que este conlleva. Ambos artistas, a través de su influencia en redes, buscan fomentar una mayor cohesión y comprensión dentro de la diáspora cubana, unificando las experiencias más allá de la **jerarquía migrante cubana** artificialmente creada.