El proceso de **ingreso universitario Cuba** ha mostrado una discreta mejoría en el último curso escolar, sin embargo, los resultados generales siguen siendo significativamente bajos y desiguales. Esta información, crucial para entender la situación de la educación superior en la isla, fue presentada por el Ministerio de Educación Superior (MES) al divulgar los datos preliminares del actual ciclo académico, según reportó el periódico oficialista Granma.
Resultados Desiguales en el Ingreso Universitario Cuba
Deisy Fraga Cedré, directora de Formación de Profesionales de Pregrado del MES, detalló que, de un total de 22.804 aspirantes, solo 18.402 se presentaron a los exámenes. De estos, apenas el 51.5% logró aprobar las tres asignaturas exigidas: Matemática, Español e Historia de Cuba. Este dato, que representa una mejora de solo un punto porcentual respecto al año anterior, evidencia las persistentes dificultades del sistema educativo cubano para garantizar que la mayoría de los aspirantes accedan a la universidad a través de las pruebas de ingreso tradicionales.
La funcionaria mencionó que una parte de los estudiantes no se presentó a los exámenes por haber accedido a la educación superior a través de otras vías, como los colegios universitarios o concursos académicos, aunque no precisó el impacto de esta cifra en el total de aspirantes. Entre las asignaturas evaluadas, Español se mantuvo como la de mejores resultados, con más del 91% de aprobados y un 65.5% con notas superiores a 80 puntos. Historia de Cuba también mostró una tendencia positiva, con el 70.1% de calificaciones altas. No obstante, Matemática continúa siendo el mayor escollo, registrando los peores resultados y una preocupante caída de cuatro puntos porcentuales con respecto al curso anterior. Las autoridades no ofrecieron una explicación clara sobre esta baja sostenida, lo que sugiere una crisis estructural en la enseñanza de esta materia dentro del sistema educativo cubano.
Brechas Territoriales y Vías Alternativas de Acceso
A nivel provincial, los resultados del **ingreso universitario Cuba** también reflejan disparidades significativas. Santiago de Cuba, Pinar del Río y Granma presentaron los mejores desempeños en los exámenes, mientras que la Isla de la Juventud y Holguín mostraron descensos, lo que evidencia brechas territoriales en la preparación de los estudiantes y la calidad educativa en diferentes regiones del país. El MES anunció una convocatoria especial para aquellos que no pudieron asistir a los exámenes ordinarios por causas justificadas, cuyas fechas serán: Matemática el 23 de junio, Español el 25 e Historia el 27.
René Sánchez Díaz, director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES, aseguró que el 97.3% de los estudiantes que aprobaron los tres exámenes obtuvieron una carrera de su elección, un dato que calificó como un “índice de satisfacción favorable”. Sin embargo, detrás de esta cifra se esconde una realidad estructural que ha flexibilizado significativamente el acceso a la educación superior: de las más de 14.000 plazas otorgadas, alrededor de 5.000 fueron adjudicadas sin necesidad de presentarse a las pruebas de ingreso. Esto se logró a través de vías alternativas como concursos académicos, colegios universitarios y la selección directa por rendimiento.
Preocupación por la Calidad y el Mérito Académico
La incorporación de carreras como Medicina y Enfermería a los colegios universitarios, con el objetivo de captar estudiantes con alto potencial desde etapas tempranas, es otra medida que busca garantizar el llenado de plazas, pero que genera debate sobre la validez del mérito académico. Días antes de conocerse los resultados generales del **ingreso universitario Cuba**, ya se habían reportado señales alarmantes del bajo rendimiento estudiantil en distintas provincias. En Las Tunas, por ejemplo, solo 464 estudiantes lograron aprobar las pruebas, lo que representó apenas un 16.7% del total de aspirantes, una cifra que encendió las alarmas sobre la eficacia del proceso educativo previo a los exámenes.
En Guantánamo, los datos tampoco fueron alentadores. Más de la mitad de los aspirantes desaprobaron los exámenes, especialmente en la asignatura de Matemática, históricamente la de peor desempeño a nivel nacional. Este escenario evidencia una crisis formativa que no puede atribuirse a factores aislados, sino a una problemática estructural profunda del sistema educativo cubano. A pesar de estas advertencias tempranas, el régimen ya había adelantado un plan para adjudicar carreras universitarias sin necesidad de aprobar los exámenes, a través de mecanismos como concursos académicos, colegios universitarios o selección directa por rendimiento. Esta flexibilización, aunque busca asegurar las plazas, devalúa el mérito académico y genera una contradicción entre el discurso oficial de «exigencia formativa» y una política que elimina la necesidad de aprobar exámenes como filtro de calidad, en un contexto de crisis económica y desmotivación académica.