Una luz de esperanza podría estar en el horizonte para los propietarios de viviendas en el condado de Miami-Dade. El tasador de propiedades, Tomás Regalado, ha planteado la posibilidad de una reducción en el amillaramiento del impuesto predial para el año 2025. Esta propuesta surge como respuesta directa a la notable desaceleración que está experimentando el mercado inmobiliario en la región, lo que podría justificar un ajuste en la carga fiscal que soportan los contribuyentes.
Durante una conferencia de prensa celebrada este lunes, Regalado presentó un informe detallado que evidencia una disminución en el ritmo de crecimiento del valor de las propiedades. Este enfriamiento del mercado, según el funcionario, abre la puerta a considerar una medida de alivio fiscal para los dueños de inmuebles en Miami-Dade. La decisión final, no obstante, recaerá en los comisionados condales y la alcaldesa Daniella Levine Cava.
Desaceleración del Mercado Inmobiliario: La Base de la Propuesta de Reducción de Impuestos
Tomás Regalado explicó que, si bien en los años fiscales 2022 y 2023 los valores de las propiedades experimentaron un crecimiento impresionante del 21%, este ímpetu ha disminuido considerablemente. El año pasado, el crecimiento bajó al 10.8%, y en el actual año fiscal, la cifra se sitúa en un 8.4%. “El mercado se enfría”, aseguró Regalado, destacando además una preocupante “tendencia a caer” en el volumen de ventas de inmuebles en el condado.
El tasador adelantó que podría solicitar formalmente una reducción del 3% en el amillaramiento, una medida similar a la que intentó su antecesor, Pedro García, en años anteriores. Sin embargo, es importante recordar que esas solicitudes previas solo consiguieron una modesta reducción del 1% en 2023 y ninguna rebaja en 2024, según información de Diario de Las Américas. Regalado enfatizó que mantener las tasas impositivas actuales, ante el alza en el valor de los inmuebles (aunque desacelerada), implicaría un aumento efectivo en la cantidad de impuestos que pagan los propietarios. “Una reducción permitiría a los contribuyentes pagar un poco menos o lo mismo que el año pasado”, argumentó.
Contrastes en el Comportamiento del Mercado y el Impacto Presupuestario
El informe presentado por la oficina del tasador revela diferencias significativas en el comportamiento del mercado inmobiliario según el tipo de propiedad y la zona geográfica dentro de Miami-Dade. Mientras los valores de los condominios experimentaron una caída general del 0.5%, con disminuciones más acentuadas en áreas como Miami Shores (-6.6%) y Coral Gables (-5%), otras zonas como West Miami (17.6%) y Opa-locka (11.8%) registraron aumentos notables en el valor de este tipo de propiedades.
En el segmento de las viviendas unifamiliares, el crecimiento promedio del valor fue del 4.3%. Algunas áreas destacaron con alzas importantes, como Bay Harbor Islands (15.3%) y South Miami (13.5%). Estos contrastes subrayan la complejidad del mercado actual.
Regalado también recordó que los impuestos a la propiedad representan aproximadamente el 37% del presupuesto total del Condado de Miami-Dade. Consciente de las implicaciones fiscales, advirtió: “Este mensaje no es muy bueno para los gobiernos, pero es bueno para los residentes que están angustiados con el tema”. La decisión de reducir o no los impuestos a la propiedad en Miami-Dade para 2025 tendrá, por tanto, un impacto directo en la capacidad del condado para financiar servicios esenciales.
Las audiencias presupuestarias programadas para septiembre serán cruciales para definir si finalmente se materializa este posible alivio fiscal para el bolsillo de los contribuyentes de Miami-Dade. La comunidad estará atenta a las deliberaciones de los comisionados y la alcaldesa Daniella Levine Cava.
Impacto del Mercado Inmobiliario en los Residentes
El mercado inmobiliario de Miami ha sido testigo de un significativo aumento en los precios, en parte debido a la llegada de inversores y compradores de alto poder adquisitivo de otras partes de Estados Unidos. Esta dinámica ha encarecido considerablemente el costo de la vivienda, generando un desplazamiento de residentes históricos y un creciente déficit de viviendas asequibles. Comunidades inmigrantes, especialmente la cubana con décadas de arraigo en la ciudad, han sentido con particular fuerza este fenómeno de desarraigo.