La situación del hambre en Cuba ha trascendido la categoría de crisis para convertirse en una emergencia humanitaria crónica. Así lo ha denunciado un devastador informe del Food Monitor Program (FMP), una organización independiente que asegura que la escasez estructural de alimentos es un reflejo directo de un modelo económico fallido y del «abandono estatal». Lejos de ser un problema pasajero, la falta de alimentos es hoy la norma para millones de cubanos.
Según la organización, el Estado ha abdicado de su responsabilidad más básica, que es garantizar el acceso a bienes esenciales. El hambre, por tanto, no se explica por factores externos, sino por el colapso de un sistema que ya no puede alimentar a su población, una realidad que, según encuestas del FMP, es reconocida por el 96,91% de los cubanos, quienes afirman tener dificultades para acceder a la comida.
El Diagnóstico: De Crisis Pasajera a Emergencia Crónica
El informe, titulado “El abandono estatal acrecienta el hambre en Cuba”, establece un diagnóstico alarmante para el primer semestre de 2025. La libreta de abastecimiento, antes un símbolo de seguridad alimentaria, hoy es un mecanismo que administra la escasez. Ya no garantiza nutrientes básicos, sino que organiza burocráticamente el desamparo crónico de la población.
HILO | EL ABANDONO ESTATAL ACRECIENTA EL HAMBRE EN CUBA
— Food Monitor Program (@FoodMonitorP) May 29, 2025
En el primer semestre de 2025, la emergencia humanitaria compleja en Cuba se consolida.
El hambre en Cuba, más que una crisis de (in)seguridad alimentaria, es una emergencia humanitaria crónica. pic.twitter.com/lWbbn4jwka
La organización subraya que la pobreza nutricional se ha normalizado. Un hogar cubano promedio de cuatro miembros apenas recibe con la libreta entre el 20% y el 30% de las calorías diarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), consolidando una pobreza calórica que afecta el desarrollo físico y mental de la población.
El Colapso del Sistema: Radiografía del Hambre en la Isla
La crisis tiene raíces profundas. La producción nacional está prácticamente paralizada debido a equipos obsoletos, tierras improductivas y políticas que desincentivan la iniciativa privada, provocando caídas de hasta un 67% en la agricultura. Como resultado, Cuba depende de las importaciones para obtener entre el 70% y el 80% de los alimentos que consume, un esquema insostenible por la falta de divisas y una infraestructura deteriorada.
La libreta de abastecimiento es hoy el símbolo más elocuente del colapso del sistema y de la sociedad.
— Food Monitor Program (@FoodMonitorP) May 29, 2025
Lo que alguna vez fue presentado como un instrumento de equidad y seguridad alimentaria, hoy representa un mecanismo de administración del desamparo. pic.twitter.com/f4n1b94d1J
Además, el modelo de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) ha acentuado la desigualdad. Hoy, el acceso a una alimentación digna en Cuba depende directamente de tener dólares, convirtiendo el hambre en una herramienta de segregación social y económica que fractura aún más a la sociedad.
Las Consecuencias Humanas: Hambre en Escuelas, Calles y Prisiones
El impacto humano de esta crisis es visible en todos los rincones del país. El FMP califica la alimentación en muchas escuelas como una «humillación», con platos en estado deplorable y sin valor nutricional que vulneran el futuro de los niños. En las calles, los desmayos por hambre son cada vez más frecuentes, afectando a ancianos y jóvenes por igual. Muchos sobreviven con una o dos comidas diarias y dependen de la mendicidad, como lo demuestran testimonios recogidos por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Los platos en estado deplorable que sirven en no pocas escuelas del país no son alimentación: son humillación.
— Food Monitor Program (@FoodMonitorP) May 29, 2025
Las escuelas no son ya un entorno seguro para la niñez, sino espacios donde se reproducen las mismas carencias que golpean al resto de la población. pic.twitter.com/NAn64Zt51C
La situación en el sistema penitenciario es aún más grave. La organización Cubalex ha denunciado muertes de reclusos por hambre extrema y abandono. Mientras tanto, el gobierno cubano guarda silencio o insiste en un relato de estabilidad que la realidad desmiente cada día.
«El Hambre Deteriora Cuerpos y Disuelve Proyectos de Vida»
El FMP concluye su informe con una advertencia contundente: «El hambre no solo deteriora cuerpos. También rompe vínculos, disuelve proyectos de vida y destruye la confianza pública en el Estado, en las instituciones y en el porvenir». Lejos de ser un problema coyuntural, el hambre en Cuba es una fractura social profunda. Una herida que, sin una respuesta política responsable y urgente, amenaza con volverse irreparable y seguir desintegrando el tejido de la nación.