
El mundo está de luto, Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, murió este lunes 21 de abril, a los 88 años. Primer líder de la Iglesia Católica de origen latinoamericano, se había ganado un lugar en el corazón de todos los cristianos, e incluso de aquellos que no profesaban ninguna fe religiosa. Uno de sus rasgos más característicos fue su cercanía hacia los jóvenes, a quienes consideraba como «la esperanza del futuro».
Durante su mandato como sumo pontífice de la Iglesia Católica, visitó más de medio centenar de países llevando un mensaje de paz, humildad, armonía social y respeto a los valores democráticos. También se ha caracterizado en su labor papal por denunciar las desigualdades sociales y rechazar con firmeza los delitos sexuales en el clero.
Gracias a sus ideas reformistas, rompió las viejas estructuras de la Iglesia católica, no solo desde lo discursivo sino también mediante sus políticas como autoridad máxima de la institución religiosa. Endureció las leyes para perseguir la pederastia en el Vaticano, obligando a los jerarcas de la Santa Sede a denunciar los casos de abuso sexual. También, y por primera vez después de 40 años, modificó el Código de Derecho Canónico para permitir formalmente a las mujeres asumir más roles dentro de la Iglesia católica.
Su muerte se produjo por una «pulmonía bilateral» con «infección polimicrobiana». El 14 de febrero, el pontífice fue ingresado en el Hospital Policlínico “Agostino Gemelli”, tras sufrir durante varios días un ataque de bronquitis, sus médicos le diagnosticaron una neumonía bilateral debido a que la situación clínica empeoró gradualmente, y finalmente, tras 38 días hospitalizado, el papa Francisco regresó a su residencia vaticana de la Casa Santa Marta para continuar con su recuperación.
Su última aparición pública, tuvo lugar durante la misa de Pascua el 20 de abril. Los asistentes escucharon el tradicional discurso ‘Urbi et Orbi’, donde enfatizó en su reiterado llamamiento a la paz en todo el mundo. El mismo día, el papa recibió brevemente al vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, para intercambiar un saludo por la Pascua. Sus seguidores lloran hoy a quien fue denominado el Papa de los pobres, pero en realidad fue el Papa de todos, el que quiso ayudar a construir un mundo sin guerras, un mundo mejor.