La aparente sintonía entre el magnate tecnológico Elon Musk y el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haberse desvanecido, dando paso a una fase de abierta confrontación. A pocos días de haber dejado su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk ha lanzado una andanada de duras críticas contra la nueva propuesta presupuestaria republicana, a la que no dudó en calificar como una “abominación repugnante”. Esta contundente declaración marca un posible punto de quiebre en su relación con el trumpismo.
Musk no solo condenó el considerable incremento del gasto público y del déficit que contempla el proyecto de ley, sino que también advirtió que podría involucrarse activamente en las próximas elecciones legislativas para apoyar a candidatos que desafíen a aquellos republicanos que respaldaron la controvertida medida. Este posicionamiento de Elon Musk que critica la ley de Trump ha encendido las alarmas en el Partido Republicano.
De Aliado Clave a Crítico Frontal del Presupuesto Republicano
Hasta hace muy poco, Elon Musk desempeñaba un rol influyente en la Casa Blanca como director del DOGE. Sin embargo, su reciente salida parece haberle liberado para expresar sin ambages su profundo rechazo al proyecto legislativo impulsado por el expresidente. A través de su red social X (anteriormente Twitter), Musk manifestó: “Lo siento, pero ya no aguanto más. Este proyecto de ley del Congreso, masivo, escandaloso y repleto de gastos superfluos, es una abominación repugnante. Vergüenza debería darles a los que votaron a favor: saben que hicieron mal. Lo saben”.
I’m sorry, but I just can’t anymore. This massive, outrageous, pork-filled congressional bill is a disgusting abomination. Shame on those who voted for it – you know you did wrong. You know it.
— Elon Musk (@elonmusk) May 28, 2024
Estas palabras, que rápidamente fueron replicadas por medios de comunicación y figuras políticas de todo el espectro, representan una crítica directa y sin concesiones a lo que Trump ha denominado su “Gran y hermoso proyecto de ley” (Big Beautiful Bill). Dicho proyecto busca extender rebajas fiscales, realizar recortes de impuestos sobre propinas y horas extra, y aumentar significativamente el gasto en áreas como defensa e inmigración.
Choque por el Déficit Fiscal y los Recortes Sociales
Según la perspectiva de Musk, el proyecto presupuestario “socava el trabajo que está realizando el equipo del DOGE” y está lejos de ser fiscalmente responsable. En una entrevista concedida a CBS días antes de su salida formal del Gobierno, el empresario ya había adelantado su descontento: “Francamente, me ha decepcionado ver el enorme gasto público, que aumenta el déficit presupuestario, en lugar de reducirlo”.
Esta semana, Elon Musk intensificó sus críticas a la ley de Trump, advirtiendo en sus publicaciones que el plan presupuestario “aumentará masivamente el ya gigantesco déficit presupuestario a $2.5 billones (!!!) y cargará a los ciudadanos estadounidenses con una deuda aplastantemente insostenible”. Diversos organismos independientes han corroborado estas proyecciones. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estimó que el proyecto podría aumentar el déficit en 3.8 billones de dólares en un período de 10 años, mientras que el Modelo Presupuestario Penn Wharton sitúa esta cifra en 2.8 billones. El Budget Lab de la Universidad de Yale fue aún más lejos, calculando que si las disposiciones temporales del proyecto se hicieran permanentes, el coste a largo plazo podría ascender a unos alarmantes 23.7 billones de dólares, elevando la deuda pública al 200% del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2055, según revelan medios estadounidenses.
Amenaza de Intervención en las Elecciones Legislativas
A través de su plataforma X, Musk sugirió que su ruptura con la política fiscal del trumpismo podría traducirse en una acción política directa y contundente. “En noviembre del año que viene, despediremos a todos los políticos que traicionaron al pueblo estadounidense”, escribió a modo de advertencia, un mensaje que podría interpretarse como la intención del multimillonario de utilizar su considerable influencia y fortuna para apoyar a candidatos rivales en las primarias republicanas.
Next November, we will fire every single politician who betrayed the American people.
— Elon Musk (@elonmusk) May 28, 2024
Esta no es una amenaza menor, considerando que Musk invirtió al menos 250 millones de dólares en la campaña de Trump en 2024. Aunque tras su salida del DOGE anunció que gastaría “mucho menos” en política, dejó abierta la posibilidad de involucrarse si encontraba una razón de peso. La controvertida ley fiscal parece haberle proporcionado esa razón.
Fisuras en el Partido Republicano y Consecuencias Políticas
La ley fue aprobada por un margen extremadamente estrecho en la Cámara de Representantes: 215 votos a favor y 214 en contra, un resultado obtenido gracias a la intensa presión ejercida por Trump sobre legisladores indecisos. Sin embargo, el Senado se perfila como un obstáculo mucho mayor. Figuras republicanas influyentes como Rand Paul, Josh Hawley y Ron Johnson ya se han manifestado en contra del proyecto. Paul, un férreo defensor del equilibrio presupuestario, escribió: “Estoy de acuerdo con Elon. Los dos hemos visto el masivo gasto que hay en el gasto público y sabemos que sumar cinco billones en deuda es un error enorme. Podemos y debemos hacerlo mejor”.
Trump, por su parte, ha respondido a estas críticas con ataques personales. En su red social Truth Social, tildó las ideas de Paul de “descabelladas (¡perdedoras!)” y afirmó que “la gente de Kentucky no lo soporta”. A pesar de esta retórica, el expresidente no puede permitirse perder más de tres votos en el Senado, donde ningún demócrata tiene previsto apoyar el texto.
El proyecto, que contempla recortes en programas clave de sanidad (como Medicaid), nutrición (SNAP) y educación, también ha sido duramente criticado desde la oposición. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó la propuesta como “horrible en su esencia misma” y afirmó que se trata de “exenciones fiscales para los ultrarricos pagadas con recortes en la asistencia sanitaria de millones de estadounidenses”. Desde dentro del propio Partido Republicano, algunos moderados temen un alto coste político. La senadora Joni Ernst, por ejemplo, fue confrontada por votantes en Iowa cuando defendía la ley; al advertirle que sin cobertura sanitaria la gente muere, respondió con un sarcasmo que causó indignación: “Bueno, todos nos vamos a morir”.
Una Fractura que Parece Irreparable
La relación entre Elon Musk y Donald Trump parece haberse roto de manera definitiva. Aunque Musk intentó abandonar su cargo como “asesor y amigo”, según sus palabras en la ceremonia de despedida en el Despacho Oval, sus duras y recientes declaraciones reflejan un cambio de postura profundo y posiblemente irreversible. Incluso se especula con que la retirada por parte de Trump de la nominación de Jared Isaacman, una figura cercana a Musk, como director de la NASA, podría haber sido una represalia anticipada. Mientras tanto, desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karoline Leavitt restó importancia al conflicto: “El presidente ya sabe cuál es la postura de Elon Musk sobre este proyecto de ley. Eso no cambia la opinión del presidente”. El tiempo dirá las verdaderas consecuencias de esta fractura.