
Conforme a la Constitución Apostólica, tras la muerte de un papa, el cardenal camarlengo destruye el anillo y su sello de plomo con un martillo especial. Esta práctica no solamente representa el fin de su autoridad, sino que también evita su uso indebido por terceras personas para falsificar documentos.
El anillo del Pescador es uno de los símbolos tradicionales de la autoridad papal que vincula al obispo de Roma con el apóstol San Pedro, considerado el primer papa. Su nombre se debe a la imagen estampada en su superficie que representa a San Pedro, pescador de oficio, sentado en una barca y arrojando las redes al mar.
Lo utilizan todos los papas tras tomar posesión de su cargo y se fabrica con los restos del anillo usado por el anterior pontífice, como símbolo de sucesión. Normalmente está hecho de oro y el papa suele llevarlo en el dedo anular de la mano derecha. Pero el anillo otorgado al difunto sumo pontífice Francisco, quien es famoso, entre otras cosas, por simplificar y modificar los ritos papales, estaba hecho de plata bañada en oro. Él no solía llevar el anillo piscatorio y era más común verle con un anillo que usaba desde que era obispo de Buenos Aires o el que le hizo una joyería de Barcelona. El papa había pedido que su anillo fuera «una pieza simple, austera, no ostentosa y fácil de llevar» con una cruz y la inscripción en latín Francisco, obispo de Roma.