La UNE reporta un severo déficit de generación y advierte sobre prolongados apagones, mientras el oriente permanece desconectado de la red nacional.
El sistema electroenergético de Cuba enfrenta una de sus pruebas más duras tras el paso del huracán Melissa. La Unión Eléctrica (UNE) emitió un comunicado oficial alertando que el país sufrirá prolongados y generalizados apagones debido a una crítica falta de capacidad de generación. La situación es particularmente extrema en el oriente, donde las provincias desde Las Tunas hasta Guantánamo permanecen desconectadas del Sistema Electroenergético Nacional, con 653 megawatts (MW) fuera de servicio.
El parte oficial detalla una disponibilidad de solo 1.050 MW para una demanda que alcanza los 1.910 MW, generando un déficit de 860 MW. Para el horario de mayor consumo nocturno, se prevé una afectación de hasta 1.172 MW. Esta crisis se ve agravada por averías en varias termoeléctricas claves y una severa limitación de combustible que mantiene paralizados otros 627 MW. En Santiago de Cuba, las labores de reparación ni siquiera han podido iniciar, a la espera de que la Defensa Civil autorice el acceso a las zonas aún en fase de alarma. Las autoridades han pedido paciencia a la población, advirtiendo que el restablecimiento será lento y se priorizarán servicios vitales como hospitales y plantas de bombeo de agua.













