La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) comunicó este jueves una ligera disminución en el déficit eléctrico en Cuba, aunque la realidad para la población sigue siendo de severas y constantes afectaciones en el servicio. Los apagones continúan siendo una constante en la vida diaria de los cubanos, a pesar de los partes oficiales que intentan matizar la gravedad de la situación.
Según el informe de la UNE, los cortes de electricidad se mantuvieron durante las 24 horas del día anterior, alcanzando un pico de afectación de 1196 MW a las 8:10 p.m. Este máximo ni siquiera coincidió con la hora de mayor demanda energética, lo que subraya la incapacidad estructural y la fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). La afectación, como ya es costumbre, persistió durante toda la madrugada de hoy.
Situación Actual del SEN: Disponibilidad vs. Demanda
A las 7:00 a.m. de este jueves, la disponibilidad del SEN se situaba en apenas 2050 MW, mientras que la demanda proyectada era de 2750 MW. Esto se traduce en una afectación de 700 MW por déficit en la capacidad de generación. Lejos de mostrar signos de estabilización, se prevé que la situación empeore a lo largo del día, con una afectación estimada de 800 MW en el horario de la media (mediodía).
Para el horario pico de consumo, el pronóstico es aún más preocupante. Se proyecta una disponibilidad de 2110 MW frente a una demanda máxima de 3200 MW. Esto implicaría un déficit eléctrico en Cuba de 1090 MW, lo que podría generar apagones de hasta 1160 MW si las condiciones previstas se mantienen sin cambios. La población cubana continúa padeciendo cortes de luz que en algunos territorios superan las 20 horas diarias.
Un Sistema Desangrado: Averías, Mantenimiento Prolongado y Crisis de Combustible
El Sistema Eléctrico Nacional arrastra una larga lista de fallos estructurales que impiden su recuperación. Actualmente, hay dos unidades averiadas en las importantes termoeléctricas (CTE) Felton y Renté. Además, se están llevando a cabo mantenimientos prolongados que afectan a cuatro bloques de generación en las CTE Mariel, Santa Cruz, Cienfuegos y Renté.
Las limitaciones térmicas en las centrales han dejado fuera de servicio unos 347 MW adicionales. A esto se suma la crítica situación con el suministro de combustible: 47 centrales de generación distribuida permanecen inactivas por falta de este recurso, lo que implica 411 MW menos en el sistema. A esta cifra se añaden otros 145 MW paralizados por la escasez de aceite para los motores, elevando a 556 MW el total afectado por esta causa. Pese a que se prevé la entrada en funcionamiento de la Unidad 6 de la CTE Renté con un modesto aporte de 60 MW, esta incorporación resulta meramente simbólica frente al abrumador déficit eléctrico en Cuba.

Energía Solar: Un Potencial Desaprovechado en Medio de la Crisis
En medio de esta profunda crisis energética, la generación mediante parques solares fotovoltaicos apenas representa una fracción mínima del sistema. Según los datos oficiales, 13 parques fotovoltaicos aportan un total de 1133 MWh, con una potencia máxima entregada de 208 MW durante el horario de la media. A pesar de las repetidas promesas gubernamentales sobre el impulso a las energías renovables, las cifras evidencian un escaso avance en esa dirección, lo que limita las alternativas para aliviar el déficit eléctrico en Cuba.
Aunque la UNE intente presentar los datos de manera que sugieran una leve mejoría, la realidad en los hogares, hospitales y escuelas del país no cambia: la oscuridad persiste y las soluciones estructurales no llegan. Los informes diarios de la UNE, más que una señal de control, se han convertido en la confirmación pública de un colapso energético que parece ser permanente. Después de años de supuestas «actualizaciones del modelo energético», millonarios créditos externos y discursos sobre soberanía tecnológica, el sistema eléctrico cubano sigue dependiendo de plantas envejecidas, mantenimientos interminables, la importación de combustibles y una estructura de generación cada vez más frágil y vulnerable.