
Una cubana con un proceso migratorio abierto en Estados Unidos bajo la categoría I-220A compartió un emotivo mensaje a través de TikTok, dirigido a quienes, como ella, se enfrentan a la incertidumbre legal tras haber llegado al país mediante la travesía por Centroamérica.
En un video publicado en la cuenta @rayrad1017, la mujer hace un llamado a la calma y la reflexión a otros migrantes con I-220A, alentándolos a dejar de atormentarse con la sobreexposición a noticias y rumores que circulan en redes sociales.
“Cubano I220A, no sigas viendo noticias, no te sigas atormentando queriendo saber qué va a pasar con nosotros”, comienza diciendo. “Recuerda lo mal que te sentiste cuando después que cruzaste cuatro países se empezó a dar el parole humanitario y todas esas personas vinieron sentadas en un avión directo hasta aquí”.
La cubana reconoce el dolor y sacrificio de quienes hicieron la peligrosa travesía por varios países hasta llegar a la frontera sur de Estados Unidos, comparando su experiencia con la de quienes llegaron posteriormente mediante el programa de parole.
“Te enfrentaste sabe Dios a cuántas cosas. Ninguno tuvo una historia igual. Todas las personas que hicieron travesía tuvieron su cuento, su historia para hacer después”, expresa en el video.
Lejos de emitir juicios, su mensaje es de consuelo y de fe: invita a dejar el proceso en manos de Dios y a confiar en el destino, en lugar de caer en la ansiedad provocada por noticias no verificadas o falsas expectativas creadas en TikTok.
“No le estoy deseando el mal a nadie, pero te estoy recordando que las cosas pasan por algo. Déjale ya las cosas a Dios en sus manos y que él determine qué va a ser con nosotros”, añade.
Asimismo, la cubana aconseja tomar distancia de los contenidos sobre inmigración que circulan en redes sociales sin fuentes claras: “No sigas abogado, no estés constantemente queriendo saber qué están diciendo, qué están haciendo, qué van a hacer, porque ya nadie sabe, y lo que te estás haciendo es tú atormentarte”.
Este tipo de declaraciones reflejan el desgaste emocional que atraviesan miles de cubanos con procesos migratorios inciertos en EE.UU., especialmente quienes recibieron el formulario I-220A, una orden de libertad bajo palabra, que no representa un estatus migratorio definido ni garantiza protección contra la deportación.