El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido prorrogar por otros 90 días la pausa en la imposición de aranceles a China, una medida que se produce justo antes de que expirara la tregua comercial vigente. Esta extensión de la pausa arancelaria busca dar más tiempo para negociaciones entre las dos mayores economías del mundo.
Fuentes de la Casa Blanca, citadas por medios de comunicación estadounidenses, expresan optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial definitivo, a pesar de las tensiones existentes. La decisión de Trump se materializó a través de una orden ejecutiva emitida el lunes, horas antes de que concluyera el plazo inicial.
El acuerdo previo estaba programado para expirar en la medianoche del martes. La nueva orden presidencial evita un aumento inmediato de los aranceles, que amenazaban con alcanzar el 145% sobre ciertos productos chinos importados a Estados Unidos. Anteriormente, Pekín había manifestado su deseo de lograr «resultados comerciales positivos» con Washington, en el último día de la tregua de 90 días acordada en mayo.
China expresa su esperanza de un acuerdo
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, comunicó que su país espera que Estados Unidos colabore para consolidar el consenso alcanzado previamente entre ambos líderes. Subrayó la importancia de trabajar sobre bases de «igualdad, respeto y beneficio mutuo» para conseguir resultados positivos.
Trump mantiene la incertidumbre
A pesar de las declaraciones de China, el presidente Trump añadió un matiz de incertidumbre al declarar «ya veremos qué pasa» cuando se le consultó sobre el progreso de las negociaciones. Sin embargo, también dejó entrever una nota de optimismo, comentando que «China ha estado tratando bastante bien» y elogiando su relación con el presidente chino, Xi Jinping, calificándola de «muy buena».
En el encuentro celebrado el mes pasado en Estocolmo, funcionarios de ambos países mantuvieron nuevas rondas de negociaciones comerciales. Tras estas conversaciones, se mostró esperanza en una posible extensión de la tregua arancelaria. El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, indicó previamente que Estados Unidos contaba con los «ingredientes» necesarios para un acuerdo con China, pero reconoció la necesidad de afinar los detalles y el marco de dicho acuerdo a través de más negociaciones.
La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China ha generado inquietud en los mercados globales, alimentando temores de una escalada hacia una guerra comercial internacional. Si no se llega a un acuerdo, Estados Unidos ha amenazado con imponer aranceles de hasta el 245% a los productos chinos, mientras que China ha respondido con aranceles preliminares del 125%.
Ambas naciones, cuyas economías combinadas superaron los 50.000 millones de dólares en 2024, continuarán sus conversaciones en los próximos 90 días. Los medios estadounidenses informan de que funcionarios de la Casa Blanca se muestran optimistas sobre la posibilidad de un acuerdo antes de que venza el plazo extendido.