La aparente iniciativa de Tabacuba de vender vehículos Mercedes-Benz a destacados vegueros cubanos se ha desvelado como una estrategia compleja que, lejos de ser un simple programa de estímulo, funciona como una sofisticada trampa financiera. Esta operación busca drenar las cuantiosas cuentas en Moneda Libremente Convertible (MLC) acumuladas por los campesinos, una divisa virtual cuyo valor real se desmorona día a día en la economía cubana.
En un país donde el acceso a bienes duraderos es un lujo inalcanzable para la mayoría, la oferta de coches de alta gama y maquinaria agrícola china, pagados en MLC, esconde una manipulación monetaria profunda. Los productores, si bien «adquieren» estos bienes, nunca han tenido en sus manos los dólares generados por la exportación de su tabaco, una de las principales fuentes de divisa extranjera para el régimen. Este artículo, con una década de experiencia analizando las dinámicas económicas de Cuba y el impacto de sus políticas monetarias, desentraña los mecanismos detrás de esta polémica transacción y sus implicaciones para los agricultores y la economía cubana en general.
El Enigma de Tabacuba: ¿Dónde Fluyen los Millones del Tabaco Cubano?
El tabaco ha sido históricamente un pilar fundamental de la economía cubana, y actualmente ostenta el título de principal rubro exportable del país. Este sector, manejado por el Grupo Empresarial Tabacuba, genera cientos de millones de dólares anuales en mercados internacionales. Sin embargo, este flujo constante de divisas fuertes contrasta dramáticamente con la realidad financiera de los productores locales.
Según declaraciones de Miguel Díaz-Canel en febrero de 2025, el gobierno mantiene un «seguimiento pormenorizado» del esquema económico del tabaco, calificándolo como «el mejor que tenemos a nivel de país» por su «retorno adecuado» y el beneficio a todos los participantes. Esta afirmación se hizo en un contexto de récords históricos de ventas, como los 827 millones de dólares en ingresos globales en 2024, un aumento del 16% respecto al año anterior, con China, España, Suiza, Reino Unido y Alemania como mercados clave, según informes de CiberCuba.
A pesar de estas cifras astronómicas, los vegueros, quienes con su esfuerzo cultivan la materia prima de este lucrativo negocio, no reciben su compensación en las divisas que generan. En cambio, son remunerados en MLC, una moneda virtual que el Estado utiliza como unidad contable, pero cuyo valor real está cada vez más desconectado de su supuesto respaldo en dólares.
La «Venta» de Mercedes-Benz: Un Trueque Desigual en el Corazón de la Crisis
La reciente entrega de seis vehículos Mercedes-Benz a productores de tabaco «destacados» por parte de Tabacuba, a través de la importadora MCV Comercial S.A., se presentó como un «estímulo». Esta iniciativa también incluye la posibilidad de adquirir vehículos agrícolas chinos. Sin embargo, este «estímulo» es, en esencia, un trueque impuesto. Los campesinos deben pagar estos bienes utilizando el MLC que se les abonó por sus cosechas, una moneda que, a diferencia de los dólares, nunca estuvo físicamente en sus manos.

Este mecanismo tiene sus raíces en una disposición de 2020 que estableció el tipo de cambio de 1 MLC = 1 USD para estas transacciones, al mismo tiempo que imponía que los depósitos en MLC solo podían ser retirados en Moneda Nacional (CUP). Este detalle es crucial: en el mercado informal de agosto de 2025, el dólar alcanzó los 410 CUP, mientras que el MLC apenas rondaba los 195 CUP. Esto significa que el poder adquisitivo real de los fondos de los campesinos en MLC es significativamente menor al valor «oficial» que el Estado utiliza para estas ventas, generando una pérdida substancial para el productor.
La Devaluación del MLC: Una Moneda Virtual en Picada
La Moneda Libremente Convertible (MLC) se introdujo en Cuba como una divisa virtual, teóricamente respaldada por una canasta de monedas extranjeras, principalmente el dólar estadounidense. Sin embargo, en la práctica, ha funcionado como una herramienta de control estatal sobre las divisas. Los ciudadanos y productores no pueden acceder directamente a los dólares o euros que supuestamente la respaldan, ni convertir libremente sus tenencias de MLC.
La reciente maniobra de Tabacuba ocurre en un momento crítico, cuando el MLC ha experimentado una devaluación acelerada y su aceptación se ha reducido drásticamente en las tiendas estatales y plataformas comerciales. Esta situación ha generado una profunda preocupación en la población, que teme que el MLC siga el mismo camino que el CUC (Peso Cubano Convertible), el cual fue eliminado de la circulación en 2021 durante la controvertida «Tarea Ordenamiento».
Muchos campesinos, que han acumulado sumas importantes en MLC producto de sus ventas de tabaco, se encuentran ahora con un capital virtual que tiene un poder de compra limitado y que es difícil de convertir en divisas líquidas. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de los ahorros de los cubanos en un sistema monetario inestable y controlado por el Estado.
Marino Murillo y la Estrategia de Contención
Al frente de Tabacuba se encuentra Marino Murillo Jorge, conocido como el «zar de las reformas» y el arquitecto principal de la «Tarea Ordenamiento». Su historial incluye la unificación monetaria que eliminó el CUC y generó profundas distorsiones en la economía cubana. Su presencia en la dirección de Tabacuba y el momento de esta operación sugieren una estrategia deliberada para vaciar las cuentas en MLC de los productores antes de un posible colapso total de la moneda.
Esta maniobra permite al Estado recuperar una cantidad considerable de MLC a cambio de bienes importados, bajo condiciones y precios establecidos unilateralmente. De esta forma, el gobierno evita que los productores reclamen sus pagos en divisas duras o presionen por reformas económicas que les otorguen un mayor control sobre el fruto de su trabajo. Es una jugada para mitigar el riesgo de descontento y desestabilización que podría generar una masa de MLC sin valor real en manos de sectores productivos importantes.
Impacto Social y Económico: Un Lujo para Pocos
- La supuesta venta de Mercedes-Benz es un «estímulo» a los vegueros, pero en realidad es un mecanismo de control y extracción de valor. Un productor de Pinar del Río, entrevistado por el medio independiente 14Ymedio, reveló que de 300 campesinos consultados, solo 20 aceptaron la oferta. La mayoría rechazó el canje, pues prefería el acceso directo a sus divisas.
- Cambiar MLC a una tasa 1:1 con el dólar en vehículos implica una pérdida económica significativa para los agricultores, que no solo ven reducido el valor real de su dinero, sino que además adquieren bienes que no pueden ser fácilmente revendidos o convertidos en liquidez para otras necesidades.
- Este modelo no es nuevo. En 2024, Tabacuba ya había ofrecido tractores chinos por 26.000 MLC, cuando su precio real en el mercado internacional era de aproximadamente 9.000 dólares, evidenciando un patrón de precios inflados para absorber el MLC.
- La entrega selectiva de autos de lujo a un pequeño grupo de «vegueros destacados» en un contexto de escasez generalizada subraya la creciente desigualdad en Cuba. Mientras la mayoría de la población lucha por bienes básicos, este tipo de «incentivos» refuerza un sistema de privilegios para quienes se alinean con los intereses del poder.
Conclusión: Un Futuro Incierto para el MLC y los Productores
La operación de Tabacuba para vender Mercedes-Benz a vegueros cubanos es un claro ejemplo de cómo el régimen utiliza instrumentos monetarios y comerciales para mantener el control económico y político. Lejos de ser un verdadero estímulo, es una estrategia diseñada para desactivar las grandes reservas de MLC antes de que su inevitable devaluación genere un colapso financiero aún mayor.
Para los productores de tabaco, esta situación representa una frustración constante. Su arduo trabajo genera divisas reales para el país, pero ellos se ven obligados a operar con una moneda virtual de valor decreciente y con opciones de uso limitadas. La economía cubana sigue mostrando profundas distorsiones, donde las iniciativas estatales a menudo benefician más al control centralizado que al desarrollo genuino de sus ciudadanos.
Mientras el futuro del MLC sigue siendo incierto, la resistencia de la mayoría de los vegueros a aceptar este tipo de «canjes» demuestra que son conscientes de la trampa. Su deseo de acceder a las divisas reales que producen, y de tener mayor autonomía económica, es un reflejo de las tensiones subyacentes en la economía cubana y de la urgente necesidad de reformas monetarias que otorguen transparencia y valor real a la producción nacional.