La reciente publicación de la influencer cubana La Cintumbare sobre el pago semanal a su empleada doméstica ha desatado un torbellino de comentarios, no solo por la cuantía, sino por lo que esta acción revela sobre la realidad de los salarios en Cuba. Como periodista especializado en la diáspora y la economía cubana, y habiendo vivido en la isla, España y ahora en Estados Unidos, entiendo que este tipo de eventos, aunque parezcan superficiales, son una ventana a las profundas desigualdades y la compleja dinámica económica y social que atraviesa mi país natal. La cifra que muestra la influencer, superior a lo que muchos profesionales cubanos perciben en un mes, subraya la creciente brecha entre una minoría con acceso a divisas o ingresos de la economía informal y la vasta mayoría dependiente de un salario estatal que se desintegra ante la inflación.
La Cintumbare y la Crónica de una Controversia Económica en Cuba
En un gesto que se ha vuelto característico de su estilo, la popular influencer cubana conocida como La Cintumbare compartió en sus historias de Instagram un video que rápidamente se hizo viral. En él, mostraba cómo le pagaba a su trabajadora doméstica semanalmente, exhibiendo varios fajos de billetes cubanos, predominantemente de 20 y 50 pesos, que a simple vista superaban los 4,000 CUP. La frase que acompaña la escena, «Aquí está lo que le pago yo a mi trabajadora en una semana», no solo pretendía ser una demostración de transparencia o quizás de generosidad, sino que ineludiblemente se convirtió en un potente símbolo de la disparidad económica en la isla.
La reacción no se hizo esperar. Mientras algunos elogiaban su gesto de pagar bien, muchos más señalaron la crudeza de esta imagen en un contexto donde el salario promedio en Cuba, especialmente en el sector estatal, apenas alcanza para cubrir las necesidades más básicas de un mes. Esta revelación no es un hecho aislado; forma parte de un patrón recurrente donde figuras públicas, a menudo vinculadas a la economía informal o a fuentes de ingresos externas, exhiben un poder adquisitivo que contrasta brutalmente con la vida cotidiana de la mayoría de los cubanos. Es una polarización que he visto crecer desde mis días en Santa Clara, cuando las diferencias ya eran palpables, pero que hoy, con la hiperconectividad, se hacen dolorosamente visibles para todos.
El Salario Mínimo en Cuba: Una Realidad de Escasez y Adaptación
Para comprender la magnitud del pago de La Cintumbare, es crucial situarnos en el panorama de los salarios en Cuba. Históricamente, el sistema económico cubano ha operado bajo un esquema de salarios estatales bajos, complementados por servicios y productos subsidiados. Sin embargo, este modelo ha colapsado ante la ineficiencia productiva y una inflación galopante. La «Tarea Ordenamiento», implementada a principios de 2021, prometió unificar la moneda y reformar los salarios, pero sus efectos han sido, en gran medida, contraproducentes para el ciudadano de a pie. Aunque el salario mínimo se elevó nominalmente a 2,100 CUP mensuales y el salario medio ronda los 4,000 CUP (según cifras oficiales del ONEI, 2023), la realidad en las calles es otra.
La inflación ha devorado rápidamente cualquier aumento salarial. Productos básicos como alimentos, medicinas y artículos de aseo, que antes se adquirían en moneda nacional, ahora dependen en gran medida del mercado informal o de tiendas que operan en Moneda Libremente Convertible (MLC). Una libra de carne de cerdo puede costar más de 500 CUP en el mercado negro, y una docena de huevos, entre 300 y 400 CUP. Es decir, el pago semanal de La Cintumbare a su empleada (más de 4,000 CUP) equivale o incluso supera el salario promedio mensual de un médico o un ingeniero, que puede tardar hasta 30 días en ganar una cantidad similar. Esta es una realidad que no me sorprende; en mis visitas a la isla, he visto cómo el ingenio para «resolver» se ha convertido en una ciencia, una estrategia diaria para subsistir, a menudo lejos de los circuitos oficiales del estado. La formalidad laboral ha perdido valor y la gente se busca la vida «por la izquierda», como decimos los cubanos.
La empleada doméstica, un rol tradicionalmente asociado a la informalidad y la precariedad en Cuba, se beneficia aquí de una economía paralela. Estas trabajadoras, a menudo sin contratos formales ni beneficios, dependen enteramente de la buena voluntad (y el poder adquisitivo) de sus empleadores. Si bien 4,000 CUP semanales pueden ser un ingreso elevado en comparación con los salarios estatales, la fluctuación del valor del CUP frente al dólar y el euro en el mercado informal lo hace vulnerable. No es lo mismo cobrar 4,000 CUP hoy que hace un año, cuando el dólar tenía otro valor en la calle. Es un reflejo de una economía inestable donde solo aquellos con acceso a fuentes de divisa pueden ofrecer salarios «decentes» a sus empleados.

La Economía Informal y el Fenómeno de los Influencers: Otra Cara de los Ingresos en Cuba
El caso de La Cintumbare no puede entenderse sin el auge de la economía informal en Cuba y el papel cada vez más protagónico de los influencers en este ecosistema. Mientras que la mayoría de los cubanos dependen de trabajos estatales, un sector creciente ha encontrado maneras de generar ingresos significativos fuera de los canales tradicionales. Esto incluye negocios privados (conocidos como MIPYMES), servicios de remesas desde el extranjero, y, por supuesto, la monetización de contenido en plataformas digitales como Instagram, TikTok y OnlyFans.
Los influencers cubanos, a menudo radicados en la isla pero con audiencias globales, logran convertir su popularidad en dinero real, generalmente en divisas extranjeras. Estas divisas, al ser cambiadas en el mercado informal, alcanzan valores muy superiores a la tasa oficial, lo que les otorga un poder adquisitivo desproporcionado en la economía local. Esto es algo que he observado con particular interés desde mi estancia en Madrid y luego en Miami. Muchos en la diáspora, enviamos remesas a nuestras familias, contribuyendo, a menudo sin querer, a esta economía dual que exacerba las desigualdades. En La Habana, recuerdo, la vida se movía con las «chivas» que llegaban de Miami o Europa; hoy, la dinámica es más compleja y pública, amplificada por las redes.
La Cintumbare, con su estilo irreverente y directo, ha sabido capitalizar estas plataformas. Sus videos de cocina, demostraciones de su vida diaria y, más recientemente, su incursión en contenido para adultos, le han permitido acceder a ingresos que son impensables para la inmensa mayoría de los cubanos. Este fenómeno crea una nueva clase social, visible y a menudo ostentosa, que vive en un plano económico muy distinto al del resto de la sociedad, generando tanto admiración como un profundo resentimiento. Es la otra cara del «resolver», una versión globalizada y monetizada del ingenio cubano, que, en un país bloqueado y empobrecido, encuentra resquicios para generar riqueza individual.
El Debate Ético y la Percepción Social en Cuba
La exhibición de riqueza en un contexto de escasez extrema siempre genera un intenso debate ético y social. Para algunos, el acto de La Cintumbare de mostrar un pago elevado a su empleada podría interpretarse como una acción justa, rompiendo con la tradición de salarios de miseria y dignificando un trabajo históricamente subvalorado. Desde esta perspectiva, la influencer, a su manera, está redistribuyendo una parte de su riqueza en un sector vulnerable, ofreciendo una oportunidad económica real a alguien que, de otra forma, estaría atrapado en los bajos salarios en Cuba o la precarización.
Sin embargo, para muchos, la ostentación es una provocación, un recordatorio doloroso de las desigualdades. En una sociedad donde la mayoría lucha diariamente por conseguir alimentos, medicinas y transporte, ver fajos de billetes en las redes sociales puede generar indignación y envidia. Esta polarización de opiniones es algo que se vive constantemente en la comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la isla. Cuando vivía en España, las discusiones sobre las remesas y su impacto en Cuba eran frecuentes; aquí en Estados Unidos, en Miami, es un tema aún más sensible. Para algunos, representa un logro individual, el «echar pa’lante» a pesar de las adversidades, mientras que para otros, simboliza la corrupción de valores y la emergencia de una élite desconectada de la realidad nacional. Las redes sociales actúan como un potente amplificador de estas tensiones, convirtiendo cada publicación en un termómetro de la frustración colectiva.
Más allá de los Números: El Impacto Psicológico y Social de la Disparidad
La disparidad en los salarios en Cuba, tan gráficamente ilustrada por el caso de La Cintumbare, tiene un impacto que va mucho más allá de las cifras económicas. Genera una profunda frustración y desesperanza en la población, especialmente entre los jóvenes. La promesa de un futuro mejor a través del estudio o el trabajo honesto en el sector estatal se desvanece cuando se compara con las oportunidades que ofrece la economía informal o el éxito en las redes sociales. Esto alimenta la decisión de muchos de buscar una salida del país, un fenómeno que he vivido en carne propia y que he documentado a lo largo de mi carrera.
El tejido social se resiente. La cohesión comunitaria se debilita ante la percepción de que el esfuerzo individual y la ética laboral ya no son suficientes para una vida digna. Estando en Miami, observo cómo estas narrativas de «éxito» en la isla, aunque anómalas, influyen en la percepción de Cuba y en las decisiones de muchos jóvenes que ven en la migración la única vía para acceder a un nivel de vida que el sistema cubano no les puede ofrecer. El gobierno cubano, por su parte, se enfrenta a un dilema: cómo controlar esta economía emergente sin asfixiarla, y cómo abordar las desigualdades sin reconocer abiertamente las fallas estructurales de su propio sistema.
Perspectivas Futuras para los Salarios en Cuba
El futuro de los salarios en Cuba es incierto. La economía cubana continúa lidiando con el bloqueo estadounidense, la ineficiencia interna y la escasez crónica. Mientras no haya reformas estructurales profundas que incentiven la producción y estabilicen el valor de la moneda, la brecha entre los salarios estatales y los ingresos generados en la economía informal seguirá ampliándose. Historias como la de La Cintumbare, aunque extremas, se volverán más comunes, visibilizando una realidad económica bifurcada donde unos pocos gozan de prosperidad mientras la mayoría lucha por la supervivencia.
La dolarización de facto y la creciente importancia de las remesas de la diáspora seguirán siendo factores clave en la configuración de los ingresos y el poder adquisitivo. Para muchos cubanos, la esperanza de mejorar sus vidas no reside en un aumento de su salario oficial, sino en la posibilidad de acceder a divisas o de «resolver» de manera creativa en el mercado negro, como lo hacíamos en La Habana, solo que ahora, las redes sociales lo muestran al mundo. Este es un desafío no solo económico, sino también social y político, que seguirá marcando el pulso de la sociedad cubana en los próximos años.
Preguntas Frecuentes (FAQ) sobre La Cintumbare y la Realidad Económica Cubana
- ¿Cuánto paga La Cintumbare a su trabajadora doméstica en Cuba?
La Cintumbare mostró un pago que supera los 4,000 pesos cubanos (CUP) semanales a su trabajadora doméstica. Este monto es notablemente más alto que el salario mensual promedio en el sector estatal cubano, donde muchos profesionales apenas alcanzan esa cifra en un mes.
- ¿Por qué la influencer La Cintumbare es considerada polémica en Cuba?
La Cintumbare es vista como polémica debido a su estilo de vida ostentoso y sus publicaciones provocadoras en redes sociales. En un país que atraviesa una severa crisis económica, su exhibición de riqueza, como la de contar grandes cantidades de dinero o posar con billetes, genera un fuerte contraste y debate sobre la desigualdad y la percepción de la riqueza en Cuba.
- ¿Qué tipo de contenido hace La Cintumbare en sus redes sociales?
La Cintumbare produce contenido variado que incluye videos de cocina, la promoción de productos y segmentos de su vida diaria. Su enfoque directo y, a menudo, irreverente le ha valido una gran cantidad de seguidores, pero también numerosos detractores. Su participación en plataformas de contenido para adultos ha incrementado aún más su visibilidad y la controversia en torno a su figura.
- ¿Cómo afecta la situación económica de Cuba a la percepción de las acciones de La Cintumbare?
La grave situación económica y la escasez en Cuba hacen que las acciones de ostentación de La Cintumbare sean percibidas por muchos como insensibles o provocadoras. En un contexto donde los salarios en Cuba son bajos y la subsistencia es un desafío diario, la exhibición de lujos y grandes sumas de dinero amplifica las desigualdades económicas, avivando la crítica y el debate en las redes sociales sobre la realidad del país.