La fuerza de la comunidad cubana ha brillado en medio de la tragedia. Arley Sánchez Rosell, un joven cubano de 29 años encontrado sin vida en esta ciudad tejana en circunstancias aún no aclaradas, podrá regresar a su Camagüey natal para recibir sepultura, gracias a una rápida y solidaria recaudación de fondos que conmovió a la diáspora.
El fallecido, originario del poblado Álvarez Mólamas (conocido localmente como Naja) en el municipio de Sibanicú, dejó atrás a una madre y seres queridos en Cuba que anhelaban despedirlo personalmente. Ante la imposibilidad económica de costear el traslado internacional del cuerpo, la familia emprendió una campaña de recaudación que encontró un eco inmediato.
«Estamos recolectando fondos para el funeral y traslado del cuerpo de Arley», escribió en la plataforma GoFundMe uno de los organizadores, Raydel Martínez, subrayando el carácter urgente de la solicitud.
El llamado se propagó rápidamente a través de las redes sociales, donde amigos y familiares suplicaron colaboración. «Quien pueda aportar su granito de arena para poder enviar a mi hermanito Arley a Cuba, para que su mamita pueda despedirse en persona de su único hijo, gracias», suplicó Rogelio Piña en una publicación de Facebook que fue compartida cientos de veces.
La respuesta de la comunidad fue abrumadora. En cuestión de horas, cubanos dentro y fuera de la isla lograron reunir la totalidad del dinero necesario para costear los complejos y costosos trámites de repatriación funeraria.
«Ya se logró el fondo en su totalidad. Gracias al pueblo cubano, a los emigrantes que se encuentran en diferentes partes del mundo, gracias a los seguidores que compartieron, gracias a todas las personas que dieron su granito de arena», celebró la usuaria Gipsy Azúcar en redes sociales, reflejando el sentimiento de logro colectivo que atenuó, en parte, el dolor de la pérdida.
El traslado permitirá que la madre de Arley y el resto de su familia en Cuba puedan darle un último adiós en su tierra de origen, un consuelo significativo en medio de la devastación que produce la muerte de un ser querido en circunstancias trágicas y en la lejanía.
«Su bondad, su espíritu y su amor vivirán siempre en nuestros corazones. Que su recuerdo nos inspire a cuidarnos unos a otros y mantener viva la esperanza de días más claros», expresaron allegados en un emotivo mensaje de despedida.
Este caso se suma a numerosas muestras de solidaridad que caracterizan a la comunidad cubana en el exterior, que frecuentemente se moviliza para apoyar a familias que enfrentan la dolorosa situación de perder a un ser querido lejos de la patria, asegurando que, al menos en la muerte, puedan regresar a casa.













