En un reflejo de la desesperada crisis alimentaria que atraviesa Cuba, un grupo de jóvenes ha denunciado haber sido sancionado económicamente por hacer lo único que parecía a su alcance para mitigar el hambre: pescar para comer. El incidente, compartido en un video que circula en redes sociales, expone la cruda paradoja de un gobierno que penaliza la supervivencia mientras la escasez de alimentos se agrava en toda la isla.
La historia pone de relieve cómo las estrictas regulaciones estatales chocan directamente con la necesidad más básica de la población. Para estos jóvenes, la acción no fue un acto de comercio ilegal ni de pesca deportiva, sino un intento de llevar algo de comida a sus hogares.
«Pescar por necesidad» y la Respuesta del Estado
Según el testimonio compartido, los jóvenes salieron a pescar con la única intención de alimentarse. «Lo único que hicimos fue tirar un anzuelo para ver si podíamos llevar algo a la casa», relata uno de ellos, con una mezcla de frustración e impotencia. En el video, muestran la modesta captura que, lejos de ser un gran botín, apenas habría servido para una comida familiar.
Sin embargo, su intento de subsistencia fue interrumpido por las autoridades, quienes procedieron a imponerles cuantiosas multas por pescar en Cuba. Este tipo de sanción, a menudo de miles de pesos, resulta incomprensible y devastadora para personas que, precisamente, no tienen recursos para comprar alimentos en el mercado formal.
El Contexto: Leyes de Pesca y la Crisis Alimentaria
El gobierno cubano mantiene un estricto control sobre la actividad pesquera a través de normativas como el Decreto-Ley 164, que regula la pesca y busca proteger los recursos marinos. Si bien estas leyes tienen un propósito de conservación, su aplicación inflexible en el contexto actual genera un fuerte rechazo social.
«Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos morimos de hambre?», cuestiona uno de los afectados, una pregunta que resuena en miles de hogares cubanos.
La situación de inseguridad alimentaria ha sido documentada por diversas organizaciones. Informes de observatorios como el de Human Rights Watch señalan que la crisis económica ha exacerbado las dificultades para acceder a alimentos, medicamentos y otros bienes básicos, empujando a muchos a buscar alternativas desesperadas para sobrevivir.
Este incidente no es un caso aislado, sino un síntoma de una realidad más profunda. Criminalizar la pesca de subsistencia mientras el pueblo pasa hambre es visto por muchos como una de las contradicciones más crueles del sistema cubano actual, donde las leyes parecen estar cada vez más desconectadas de las necesidades vitales de sus ciudadanos.