El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, expresó públicamente sus condolencias por el fallecimiento del reconocido actor Samuel Claxton, una figura icónica del cine, el teatro y la televisión en Cuba. Sin embargo, su mensaje desencadenó una oleada de duras críticas en las redes sociales, donde numerosos usuarios lo acusaron de hipocresía debido al presunto abandono que sufrió el artista por parte del Estado en sus últimos años de vida, un hecho central en la controversia tras la muerte de Samuel Claxton y la reacción de Díaz-Canel.
«Otra estocada de tristeza para este sábado. Con la muerte de Samuel Claxton, el teatro, el cine, la televisión, la cultura toda de Cuba, han perdido a uno de sus grandes protagonistas en los últimos 60 años. Mis condolencias para familiares, colegas, amigos, el público cubano», escribió Díaz-Canel en su cuenta de la red social X (anteriormente Twitter).
Otra estocada de tristeza para este sábado.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) May 18, 2025
Con la muerte de Samuel Claxton, el teatro, el cine, la televisión, la cultura toda de #Cuba🇨🇺, han perdido a uno de sus grandes protagonistas en los últimos 60 años.
Mis condolencias para familiares, colegas, amigos, el público cubano. pic.twitter.com/vH7jX6S5pC
«Eres un Tronco de Hipócrita»: Las Duras Respuestas al Mensaje de Díaz-Canel
Las reacciones al tuit del gobernante no se hicieron esperar. Decenas de internautas respondieron a la publicación recordando las difíciles condiciones en las que Claxton vivió sus últimos años, marcados por la vulnerabilidad y la falta de apoyo del Estado y de las instituciones culturales oficiales. «Le dejaste morir; después que sirvió, para ustedes no sirve. Ni levín tenía», denunció un usuario. Otro recordó: «Hace unos días pedían sondas y materiales para atenderlo en las redes. Estaba olvidado…».
Los mensajes escalaron en dureza: «Ahora, después que lo abandonaron y lo dejaron morir en la más profunda miseria: qué hijos de puta son todos ustedes», escribió un internauta. Otro cuestionó directamente al mandatario: «¿A que no te condueles de cómo vivió sus últimos días en el ostracismo? Vergüenza debía darte que a un artista de su talla lo abandonaran a su terrible vida final». La acusación más contundente fue: «¿Condolencias? Por si no lo sabías, los amigos y familiares de Samuel Claxton llevan meses suplicando en redes sociales medicamentos, pampers y sillas de ruedas para el actor, ante el abandono institucional del Estado y las instituciones culturales. Eres un tronco de hipócrita«, sentenció un tercero, reflejando la indignación generalizada ante el mensaje relacionado con la muerte de Samuel Claxton y Díaz-Canel.
Los Últimos y Difíciles Años de Samuel Claxton
Samuel Claxton falleció en La Habana a los 82 años, tras una prolongada batalla contra un carcinoma de vejiga y diversas complicaciones médicas que lo dejaron severamente limitado físicamente. Incapaz de subir escaleras, tuvo que abandonar su apartamento en el reparto Alamar y pasó sus últimos meses dependiendo del cuidado de su esposa y de la ayuda solidaria de ciudadanos, ante la notoria ausencia de asistencia institucional. Fue la directora de casting Libia Batista Mora quien, durante meses, lideró campañas de ayuda en redes sociales para suplir las necesidades básicas del actor, desde pañales desechables y bolsas colectoras hasta una silla de ruedas que finalmente fue donada por simpatizantes.
A pesar de su extensa y reconocida trayectoria –participó en más de 60 producciones y alcanzó gran popularidad por personajes como el de Mantilla en la serie «Su propia guerra»–, Claxton murió en el olvido oficial, según denuncian familiares y colegas. «Murió en la miseria, ayudado por amigos dentro y fuera de la Isla que le mandaban medicinas y dinero. Ustedes lo abandonaron, no se hagan ahora los buena gente», le espetó un cubano al gobernante.
Un Debate Abierto: La Responsabilidad del Estado Cubano con sus Artistas
El caso de la muerte de Samuel Claxton y la reacción de Díaz-Canel vuelve a poner en el centro del debate la precaria situación que enfrentan muchos artistas cubanos en su vejez, a menudo sin un respaldo adecuado del Ministerio de Cultura ni de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). La muerte del actor no solo deja un vacío artístico significativo en la cultura cubana, sino también una profunda interrogante sobre la responsabilidad del Estado cubano para con sus creadores. Para muchos, el homenaje póstumo llega demasiado tarde.